La higuera, con su envolvente olor y su magnífica sombra, es una planta característica de la zona mediterránea que a finales del verano nos da un fruto dulce y delicioso: el higo.

Para que crezcan sanas y den muchos higos (y brevas, si se trata de una higuera breval o bífera) hay que podarla bien, pues necesitan aire y luz para fructificar. Además, la poda es importante ayudar a que la higuera crezca abierta y en horizontal, de modo que los frutos sean fáciles de alcanzar.

Conocer la higuera antes de podarla

Antes de explicar cómo podar la higuera, conviene conocer cuál es la estructura de la higuera:

  • Las raíces: son fuertes y vigorosas y a menudo pueden verse por encima del suelo.
  • El tronco: acostumbra a ser robusto, especialmente en las higueras de más edad. En la base de la higuera a veces crecen unos “hijos” o ramificaciones (denominados también “chupones”) que le quitan nutrientes a la higuera y conviene eliminar.
  • Las ramas: tiene unos brazos principales, más viejos y fuertes y que tienden a estar extendidos, de los que salen las ramas más nuevas que nacen cada año, de las que penderán las hojas y los frutos. Algunas crecen hacia abajo (ramas de falda), que hay que eliminar en la poda, y otras van hacia el medio o hacia arriba.
  • Hojas y frutos.

Tipos de podas de la higuera

En función de la edad de la higuera, hay dos tipos de podas:

  • Poda de formación o entrenamiento: durante los primeros dos o tres años, conviene podar la planta para que adopte la forma adecuada y se asiente bien.
  • Poda de mantenimiento: en los siguientes años de la planta, la poda tiene por objetivo mantener la forma y mejorar la producción de frutos. Para ello, hay que eliminar las ramas viejas, muertas o dañadas y aquellas que ya no producirán frutos y reducir la frondosidad para que los nuevos frutos tengan espacio y luz para crecer sanos.

Debes tener en cuenta que las ramas de la higuera tienden a crecer hacia arriba y la planta puede llegar a pasar bastante los 4 metros, de modo que muchos frutos sean inalcanzables. Para evitarlo y favorecer la expansión horizontal de la higuera, conviene cortar aquellas ramas que crecen demasiado verticalmente.

¿Cuándo se podan las higueras?

Conviene podar las higueras todos los años para que no haya un exceso de ramas que sobrecarguen la higuera.

El mejor momento para hacerlo es en invierno o principios de la primavera, cuando la planta está en estado vegetativo, idealmente entre febrero y marzo (siempre que ya no haya heladas).

Si quieres podar alguna rama grande, que va a dejar una herida mayor en la higuera, es mejor hacerlo a finales de primavera para que esté menos tiempo expuesta a las posibles infecciones.

Consejos para podar bien la higuera

Es importante que tus herramientas (tijeras de podar para las ramas más finas y sierras para las más gruesas) estén bien afiladas para hacer cortes precisos, limpias y desinfectadas, para evitar infecciones y enfermedades a las plantas. Ten en cuenta también estos consejos:

  • Las ramas que crecen hacia abajo hay que quitarlas todas porque ya no darán frutos y le restan nutrientes a la higuera.
  • También puedes quitar las ramas interiores, a las que no les tocará el sol y producirán frutos de menor calidad.
  • Las ramas que quedan entrecruzadas o apelotonadas, que se entorpecen unas a otras e impiden que los frutos crezcan bien, hay que eliminarlas también.
  • Si haces los cortes en bisel será más difícil que entre humedad en la higuera. Corta la rama un centímetro o dos por encima de la yema o brote.
  • Si tu higuera es bífera y quieres tener brevas, conviene dejar tallos del año, que es donde saldrán. Debes pensar, antes de podar la higuera, qué cantidad de brevas quieres y dejar los tallos que te convenga.