Muchas plantas exóticas y especies cultivadas no tienen ningún beneficio ecológico, no proporcionan a la fauna local ningún polen o néctar utilizable y además desplazan a las plantas autóctonas.

La biomasa de insectos voladores se ha reducido un 75% en el último cuarto de siglo. Es una extinción en toda regla que hay que combatir como sea. Una de las maneras es recurrir a plantas que sirven a los insectos. Las mejores alternativas son las especies autóctonas, que se adaptan de manera óptima al clima local. Además suelen ser más baratas.

Laurel cerezo, bambú y forsitia

El laurel cerezo es muy fácil de cuidar y tiene hojas perennes, la forsitia se muestra esplendorosa a principios de la primavera, con sus flores de color amarillo brillante, y el bambú nos transporta al lejano oriente y está de moda.

Son plantas que se ven cada vez con más frecuencia en jardines y terrazas, pero no proporcionan alimento a los insectos y otros animales. Son hermosas para el ojo humano, pero casi inútiles para el medio ambiente.

Los setos en el jardín son una buena idea: ofrecen una pantalla de privacidad y un hábitat valioso para muchos animales. Sin embargo, si el seto es un laurel cerezo, que es todo él venenoso para insectos y pájaros, no va a cumplir ninguna otra función.

Lo mismo se puede decir del bambú. Una vez plantado se puede extender rápidamente por el jardín pero no proporciona alimento a los insectos ni es apropiado para la anidación de aves.

La forsitia, por su parte, florece cuando las abejas jóvenes necesitan comida con urgencia, pero las flores del arbusto no producen ni polen ni néctar.

Otras plantas que conviene evitar por razones similares son el sauquillo o bola de nieve, el rododendro, la thuja y el cerezo ornamental.

Alternativas al laurel cerezo y al bambú

Los conservacionistas y ambientalistas recomiendan usar plantas nativas en el jardín y balcón en lugar de plantas exóticas de moda. Las plantas autóctonas son adecuadas para un seto en el jardín y, al mismo tiempo, proporcionan a los insectos alimentos valiosos:

  • Tejo
  • Carpe
  • Avellano
  • Cornejo macho
  • Alheña o ligustro
  • Endrino
  • Espino blanco

Flores que no son de utilidad para los insectos

También hay muchas plantas de jardín y balcón que florecen maravillosamente, pero que no debes elegir porque las abejas y otros insectos no pueden hacer nada con ellas:

  • Dalias
  • Lilas
  • Crisantemos de jardín
  • Tulipa gesneriana
  • Geranios
  • Hortensia
  • Magnolias
  • Peonías
  • Rosas de cultivo

Como regla general, las especies muy cultivadas con flores dobles son prácticamente inútiles para los insectos. Para los pequeños rastreadores y voladores, el néctar que se encuentra dentro de estas flores cerradas es de difícil o imposible acceso, por lo que las flores no son una fuente de alimento, al margen de los grandes y bonitas que sean.

En cambio, las variedades con flores abiertas son una buena fuente de alimento para las abejas y similares. Las variedades antiguas de rosas y tulipanes tienen flores abiertas. Algunas variedades de peonías también son recomendables: Claire de Lune, Late Windflower, Dancing Butterflies.

Consejos para un jardín amigable con los insectos

  • Un consejo para elegir plantas es: cuanto más autóctonas son las plantas, más atractivas son para los insectos.
  • Un rincón con flores silvestres, hierbas y malezas ofrece un rico menú para todo tipo de insectos.
  • La borraja, la lavanda, la mejorana y las variedades abiertas de dalias son especialmente recomendables para las abejas y otros insectos.
  • Las personas que aman sus lilas o forsitias no necesariamente tienen que eliminar estas plantas. Se pueden mantener y combinar con varios arbustos silvestres locales.
  • Cuando mueran plantas sin valor ecológico, reemplázalas gradualmente con alternativas amigables con los insectos.
  • No arrojes ramas y esquejes de arbustos en la naturaleza, llévalos al centro de reciclaje. Arrojar esquejes de arbustos en el bosque hace que las plantas se propaguen.