La maternidad se ha postergado, hasta tal punto que muchas de nosotras decidimos tener hijos cuando nuestro sistema reproductivo ya se encuentra no tan lejano a la menopausia. Como consecuencia, quedarse embarazada puede resultar algo más complicado. A continuación, Laura Gutman explica cuáles son sus recomendaciones ante la siguiente pregunta de una lectora:

Me está costando muchísimo quedarme embarazada, pero los médicos nos dicen que ninguno de los dos tenemos ningún problema. ¿Qué me puede estar o estarnos pasando?

CUESTIÓN DE PRÁCTICA

A los 18 años es muy fácil quedarse embarazada, pero a los 40 ya es más difícil. Sin embargo, e independientemente de la edad que se tenga, hay que hacer el amor suficientemente.

¿Van juntos a la cama? ¿Lo pasan bien? ¿Se llevan bien? ¿Están contentos? ¿Tienen intimidad? ¿Tienen orgasmos? Porque los orgasmos son fecundantes. Las respuestas a estas cuestiones son claves, porque reflejan si se está realmente vinculada con la pareja. Preguntarse si se tiene una sexualidad plena, exuberante, amorosa, alegre, feliz… Eso sería lo primero que habría que abordar antes de ir al médico.

La concepción humana sigue siendo un misterio. Tiene más que ver con la alegría, con la unión, con la conexión, con la fusión, con perderse, porque el verdadero orgasmo no es físico, es emocional, sensorial, es olvidarnos de este mundo, es no saber muy bien dónde estamos, es tener una sensación de gozo con el universo. Y muchos de nosotros, eso, nunca lo hemos experimentado.

Entonces, primero veamos qué nos pasa, cuándo nos dejamos fluir, cuándo dejamos de anotar, de estar atentos, de controlar… Para fabricar un bebé tenemos que soltar todo control y entregarnos.