En los últimos tiempos se ha popularizado el término SAP, que es la abreviatura de lo que algunas personas vienen llamando Síndrome de Alienación Parental. Lo resumen como la manipulación por parte de un progenitor, rol que suelen adjudicar a la madre de los hijos e hijas, para azuzar y enfrentarlos contra el otro progenitor, generalmente el padre. Sin embargo, se trata de un concepto no excento de polémica.

El Síndrome de Alienación Parental no está aceptado por la OMS como trastorno mental. Este trastorno no se incluye ni en los manuales internacionales de clasificación de enfermedades, europea y americana, la CIE y El DSM, ni el de la APA, ni tampoco es reconocido por la Asociación Española de Neuropsiquiatría y el Observatorio de Violencia de Género. ¿Por qué?

En realidad, el SAP es una trampa porque usando esa etiqueta, lo que se hace es evitar que se investiguen las verdaderas razones para que los hijos e hijas muestren ese rechazo al padre o la madre.

¿Qué es el Síndrome de Alienación Parental?

Las mismas personas que defienden la validez del SAP, habitualmente, son las que cuestionan la Ley Integral contra la Violencia de Género, hablan de discriminación de los hombres, minimizan los casos de violencia machista, argumentan que muchas denuncias son falsas, defienden la custodia compartida impuesta…

Un ejemplo de SAP

Pensemos en una niña de 9 años que sufre abusos sexuales por parte de su padre desde hace dos. Nadie la cree excepto su madre, pero como están separados, no hay manera de probar su existencia. La niña protesta cada vez que va con el padre, la madre lo intenta impedir a toda costa. Llega un punto en el que tiene que intervenir la policía para llevarla con su progenitor.

Como no hay pruebas, la madre es acusada de malmeter contra el padre, de manipular contra él, de comportarse con actitud rencorosa. La niña, desesperada, un día, en un alarde de sangre fría, graba una conversación con el móvil en la que el padre confiesa los abusos, y por fin, puede finalizar su calvario.

Esta historia es real, es la historia de una niña, digamos María, que salió a la luz en julio del año pasado en Madrid. Sus acusaciones no se tuvieron en cuenta en su día porque el perito que examinó a María no creyó sus declaraciones.

¿Por qué el uso del SAP puede ser una trampa?

Porque a veces se utiliza en casos donde hay acusaciones de abusos y/o maltrato hacia alguno de los progenitores y, en lugar de investigar esa acusación, se alega que es la otra parte la que malmete a los hijos o hijas.

Pese a que, a día de hoy, hay instrumentos de evaluación de la veracidad del testimonio de un menor. Por ejemplo, si este alega que es víctima de bullying, un robo, o ha sido testigo de un delito.

Pese a que, hay consenso científico acerca de la veracidad de la mayoría de testimonios sobre abuso sexual.

Pese a que, según estudios, la mayoría de los abusos sexuales a menores se producen en el ámbito familiar.

Si el delito del que dice ser víctima un menor es abuso sexual o maltrato por parte de su padre, no solo no le creen y esas técnicas parece que ya no existen, sino que se le pone la etiqueta de tener un síndrome inexistente y se rechaza su versión por sistema.

Y como tratamiento se propone ir con el abusador o maltratador. Que es lo que se hizo en el caso de María.

Por qué se considera una trampa

Imaginad a un menor que sufre bullying o acoso en el colegio, que lo denuncia y no se le cree.

Propongo un ejercicio de imaginación para ver sucintamente la dinámica que subyace al SAP. Como tratamiento se le impone pasar todas las tardes con sus acosadores–abusones sin la vigilancia de nadie. Imaginad que hay personas que creen al menor y que al intentar defenderle se les acusa de manipular, de ser unos resentidos que no dejan que se relacione con normalidad con esos compañeros la mar de majos que solo quieren ser sus amigos.

¿A que es totalmente absurdo? Pues eso es lo que propone la teoría del SAP. Ahora cambiemos un niño que sufre acoso por un niño que dice ser víctima de abusos por parte de su padre o madre.

Origen del Síndrome de Alienación Parental?

Fue creado por Richard Alan Gardner, un médico estadounidense que trabajó como voluntario en la división psiquiátrica infantil del Columbia College de la Universidad de Columbia desde 1963 hasta su suicidio en el año 2003, envuelto en polémicas acusaciones de pedofilia y pederastia.

Se interesó por los casos judicializados de lo que él llamaba falsas acusaciones de abuso sexual infantil. Posteriormente, empezó a perfilar y publicitar su teoría y se especializó como perito testificando en casos de custodia de niños dentro de divorcios conflictivos, donde se acusaba a un progenitor, sobre todo al padre, de abuso sexual.

El SAP fue construido por medio de falacias: argumento circular, apelar a la autoridad (el mismo Gardner), y las falsas analogías con varios trastornos médicos. Este señor fue creando y dando forma a su teoría contestando a sus críticas con argumentos a posteriori. Es decir, fue argumentado sobre la marcha, según le iban criticando.

Curiosamente, nunca ha sido diagnosticado por expertos fuera de un litigio por custodia, resultando más un problema legal que psicológico, donde muchos abogados se han ido escudando de cara a los pleitos judiciales.

¿Por qué es polémico el SAP?

Porque no constituye una entidad médica ni clínica. ¿Esto qué quiere decir?, que no hay una consistencia de síntomas que llegue a dar origen a una propia forma clínica medible y mensurable.

En algunos casos se parece más a un TEP (Trastorno de Estrés Postraumático), en otros casos se parece a una falsa ideación, en otros a depresión; pero esto parece no importar. Si me interesa lo llamo a todo SAP y lo convierto en un cajón de sastre que uso a mi antojo.

No reconocen su existencia ni la Organización Mundial de la Salud ni la Asociación Americana de Psicología, las dos instituciones más importantes del mundo, en términos de salud y trastornos mentales.

La Asociación Española de Neuropsiquiatría (AEN) rechaza el uso del SAP, lo define como “castillo en el aire de Gardner”, que nunca demostró su teoría y solo se basó en sus opiniones personales. La AEN, ha elaborado un informe donde realiza un pormenorizado análisis sobre las supuestas bases científicas del SAP y los riesgos de su aplicación como trastorno médico y psiquiátrico en los juzgados de España.

El Consejo General del Poder Judicial, a través del Grupo de Expertos en Violencia Doméstica y de Género, niega en su Guía de criterios de actuación judicial frente a la violencia de género (2016) que el SAP sea una categoría clínica y habla de teoría pseudocientífica. La ONG Save the Children, en su informe La justicia española ante el abuso sexual infantil, ve muy
preocupante que los juzgados den crédito al SAP sin practicar una investigación
exhaustiva, lo que podría conllevar la desprotección de los menores.

¿Qué “tratamiento”propone Gardner?

La intervención terapéutica que recomienda R. A. Gardner supone más una coacción legal que un tratamiento médico. Indica incluso como imprescindible para su diagnóstico, que exista un proceso judicial sobre la custodia de los menores o una denuncia por abusos sexuales, por lo que sorprendentemente no hay diagnóstico de SAP sin haber un litigio judicial.

El objetivo pragmático es doble: conseguir el cambio de custodia y modificar a través de la Terapia de la amenaza, que, como su nombre indica sin rubor, consiste en amenazar con un cambio de custodia, más la anulación de las visitas y comunicación por el juez si no se deja ver al progenitor acusado.

El tratamiento que propone viola la ética profesional al no garantizar el secreto profesional, y se basa en las amenazas y coacciones continuas, incluso a los menores. Cualquier otra terapia conocida se basa en la colaboración paciente–terapeuta. Lo que se propone con el SAP no se da en ningún tipo de trastorno.A mi juicio, es aberrante y va contra cualquier manual de psicoterapia infantojuvenil.

Deja indefensos a los menores que denuncian abusos, acaban “diagnosticados” o mejor dicho mal etiquetados de SAP y no se investigan los hechos que reclaman. Usar cualquier reacción como SAP es un argumento circular, una estrategia que permite que el acusado de abuso pase a ser la víctima, y los menores y el otro progenitor se conviertan en culpables.

¿Cómo ha llegado a hacerse popular el SAP?

Quiero pensar que se debe a que la ignoracia es atrevida. Prospera de igual forma que se crea un paradigma. Ensalzando al ideólogo de turno, que se acaba revistiendo de cientifismo gracias al apoyo de grupos afines que respaldan dichos conceptos para diversos intereses (económicos, ideológicos, científicos...). Haciéndose una bola de nieve, que al final se integra socialmente de forma acrítica.

¿Qué se puede hacer? Velar siempre por el menor

No usar el atajo del SAP para obstaculizar la investigación de presuntos abusos sexuales o denuncias de malos tratos o negligencias graves. En acusaciones tan graves como abuso o maltrato, averiguar antes de tomar una decisión.

Dilucidar los motivos por los que un menor no quiere ver al progenitor no custodio sin recurrir al SAP es mayor garantía de protección para ese menor.

Así que por María y por tantas vidas truncadas, dejen de utilizar el SAP como argumento.