Nuestras defensas son nuestra mejor vestimenta: si no fuera por el sistema inmunitario estaríamos expuestos a tantas agresiones que difícilmente sobreviviríamos.
Nuestro complejo sistema de defensa nos protege de los organismos infecciosos y otros agentes nocivos.
Los agentes invasores que pueden atacar al organismo se conocen como antígenos, ante los cuales el sistema inmunitario crea anticuerpos, proteínas que se adhieren a los antígenos para neutralizarlos.
Los glóbulos blancos o leucocitos se organizan de modo que unos, los fagocitos, localizan y destruyen los agentes invasores, y otros, los linfocitos, permiten al cuerpo reconocer el tipo de infección y memorizarla para utilizar esa información en el futuro.
El sistema inmunitario es muy distinto en cada persona y con la edad tiende a perder parte de su eficiencia, lo que nos torna más vulnerables. También el estrés, la ansiedad y determinados hábitos de vida y de alimentación pueden mermar la respuesta inmunitaria.
4 plantas para fortalecer tu sistema inmune