Confiar en los demás
Todos nacemos con una predisposición genética para conectar y confiar en otras personas. Pero, ¿qué ocurre cuando las experiencias de la primera infancia provocan desconfianza y aislamiento? Te adelanto que las consecuencias pueden ser terribles.
No son rabietas es frustración
A muchos padres les cuesta enfrentarse a la frustración de sus hijos: se enfadan los pequeños, después los mayores y, al final, los problemas se agrandan. Te cuento cómo afrontar estos momentos para manejarlos de la mejor forma posible.