En el centro del pecho, tras el esternón, se ubica el timo, una glándula endocrina. Su nombre en griego, thýmos, significa «energía vital». Es el órgano principal del sistema linfático y promueve el desarrollo de células específicas del sistema inmunitario, los linfocitos T, que se producen en la médula ósea y luego maduran en él.

El sistema inmunitario monitorea a todas horas el cuerpo y, allí donde detecta anomalías, envía glóbulos blancos para defendernos y restituir el tejido. El timo capitanea esas «maniobras». Antes se creía que dejaba de ser relevante tras la adolescencia, pues su tamaño crece en la infancia y se atrofia tras la pubertad, pero ahora se sabe que permanece activo, que es un pilar del sistema inmunitario junto con las glándulas adrenales y que está relacionado con los sentidos, la conciencia y el lenguaje.

En este vídeo te mostramos una meditación guiada para estimular el timo y mejorar las defensas:

Cómo afecta el estrés al timo

El proceso de reconocer y aceptar componentes propios del cuerpo y algunos externos se denomina tolerancia. Este fenómeno tiene una base genética, pero se perfecciona en interacción con el entorno. Se consolida durante los primeros seis años de vida, un período crucial para el desarrollo del sistema inmunológico, y ocurre principalmente en la glándula del timo.

El timo y sus células asociadas, los linfocitos T4 y T8, interactúan con antígenos del cuerpo. Los linfocitos que están diseñados para combatir estos antígenos se neutralizan a través de un mecanismo de identificación. Sin embargo, dado que es improbable que todos los linfocitos se neutralicen, se producen linfocitos adicionales que se encargan de eliminar aquellos que podrían ser dañinos

El timo puede estar sometido a desequilibrios que favorecen enfermedades. Se ha demostrado la fuerte influencia de los estados emocionales. Una intensa carga emocional negativa puede reducir su capacidad a la mitad. Crece cuando estamos alegres y se encoge si estamos estresados. La buena noticia es que la glándula timo también es sensible a imágenes, colores, olores, sabores, gestos, toques, sonidos, palabras y pensamientos. Por ello, algunos ejercicios pueden ayudar a estimular su funcionamiento y, con ello, a que la inmunidad mejore. En este artículo te mostramos dos métodos para estimular la grándula timo: el ejercicio de la flor en el pecho y el ejercicio de los toques en la glándula timo. 

Ejercicio para estimular el timo: flor en el pecho

Podemos ayudar a mantener el timo activo y equilibrado. Una forma sencilla es el siguiente ejercicio. Para hacerlo, busca un lugar tranquilo y aireado y ponte cómodo, sentado con las piernas cruzadas, la espalda recta y las manos en el centro del pecho.

  • Masajea suavemente el centro de tu pecho.
  • Visualiza ahí el capullo de una flor que se abre despacio a medida que recibes su cálido masaje.
  • Con el puño flojo golpea el centro del pecho amablemente. Sigue visualizando la flor que se abre, un par de minutos.

Golpecitos en la glándula timo

También te recomiendo, por la mañana o por la noche, estas rutinas:

  • De pie, dobla ligeramente las rodillas, separa los pies y lleva el peso del cuerpo sobre los dedos (no el talón). Relaja toda tu musculatura.
  • Date golpecitos con los nudillos de una mano en el centro del pecho: uno fuerte, dos débiles y así sucesivamente.
  • Con 20 toques por la mañana y 20 por la noche es suficiente. Respira con tranquilidad y siente la vibración