Ver un panal de abejas, una esponja marina o simplemente un queso emmental puede desencadenar una reacción intensa de asco o miedo en algunas personas. Es lo que se conoce como tripofobia y ocurre al ver elementos que contienen figuras geométricas repetitivas, en especial agujeros. Aunque esta fobia no está reconocida oficialmente como un trastorno mental, puede llegar a causar una gran angustia y se han propuesto diferentes hipótesis para explicar su origen.

Al final de este artículo encontrarás varias imágenes de objetos que suelen provocar tripofobia o fobia a los agujeros en personas sensibles. Si eres una de ellas, puedes leer sin miedo el resto del artículo y saltarte el último apartado.

Tripofobia: qué es 

La tripofobia es un tipo de fobia que se caracteriza por el miedo o la aversión hacia los objetos (o imágenes) compuestos por patrones geométricos repetitivos y muy agrupados. Ocurre especialmente con los grupos de agujeros pequeños, por eso se conoce también como fobia a los agujeros, pero también puede darse ante patrones rectangulares, cuadrados, pequeñas protuberancias, etc.

Aunque se desconoce cuál es la prevalencia de la tripofobia, un estudio de 2013 indica hasta un 16% de la población experimenta algún grado de malestar al mirar imágenes con agujeros, como una vaina de semilla de loto.

La tripofobia no está reconocida oficialmente como una enfermedad mental específica, aunque hay investigadores que creen que, cuando provoca un miedo y angustia excesivos y persistentes, puede cumplir los criterios de la quinta edición del Manual diagnóstico y estadístico de trastornos mentales de la Asociación Estadounidense de Psiquiatría (DSM-5) para la categoría de fobias específicas.

Fobia a los agujeros o tripofobia: imágenes que la causan

Si estás leyendo este artículo es posible que te haya interesado, sea por curiosidad o porque padeces fobia a los agujeros o conoces a alguien que la sufre y tratas de comprender.  Ten en cuenta estos ejemplos de elementos e imágenes que pueden causar tripofobia:

  • Los panales de abejas.
  • Las esponjas marinas.
  • El queso con agujeros (tipo emmental).
  • El pan con semillas.
  • Las frutas con semillas pequeñas, como las fresas o la papaya.
  • La vaina o cápsula de semillas de la flor de loto.
  • Los girasoles.
  • Problemas cutáneos como las llagas o las manchas.
  • Los animales con manchas en la piel, como los leopardos o los perros dálmatas.
  • Las alcachofas de ducha.

Síntomas de tripofobia o fobia a los agujeros

El miedo y la angustia son los principales síntomas de las fobias. Las personas con tripofobia pueden experimentar una fuerte reacción física y emocional o un asco intenso cada vez que ven patrones repetitivos formados por agujeros y, a menudo, cuanto más agujeros o figuras geométricas repetidas hay, mayor es la incomodidad.

A menudo, evitan aquellos cosas (objetos, imágenes, alimentos…) que desencadenan la tripofobia.

Otros síntomas que pueden tener las personas con tripofobia son:

  • Temblores.
  • Náuseas.
  • Dificultad para respirar.
  • Aumento de los latidos.
  • Sudoración.
  • Piel de gallina.
  • Escalofríos.

En los casos más serios pueden sufrir incluso un ataque de pánico.

Posible origen de la tripofobia o fobia a los agujeros

Se desconocen las causas exactas de la tripofobia, pero hay algunas hipótesis al respecto:

  • Algunas investigaciones apuntan a que podría deberse a una repulsión biológica que asocia los patrones con formas geométricas repetitivas con el peligro o la enfermedad, porque recuerda a la piel enferma, concretamente a una dermatosis, o a la presencia de parásitos, por ejemplo. Según esta teoría tendría, por lo tanto, una base evolutiva.
  • Otros investigadores creen que el miedo que desencadenan este tipo de patrones repetitivos podría deberse a una asociación inconsciente con la piel de animales peligrosos o venenosos. El miedo a supuestas amenazas se considera también una respuesta evolutiva adaptativa.
  • Otros estudios indican que se trata solo de una respuesta humana natural a ciertos tipos de estímulos visuales y se debería a su asociación con supuestas amenazas como las enfermedades o los animales venenosos.

En algunos casos, la tripofobia está vinculada a otros trastornos mentales descritos en el DSM-5 como el trastorno de ansiedad generalizada, el trastorno depresivo mayor y trastorno obsesivo-compulsivo.

La terapia de exposición, la terapia cognitiva conductual y las técnicas de relajación son posibles tratamientos frente a este trastorno y pueden ayudar a reducir los síntomas.

Ejemplos de imágenes que causan tripofobia

A continuación te mostramos algunas imágenes de patrones y objetos que típicamente suelen provocar miedo a las personas con tripofobia:

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Fruto del loto - tripofobia

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Fruto del loto

El fruto del loto es un ejemplo clásico de las imágenes que provocan tripofobia. 

Tripofobia: colmena de abejas

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Colmena de abejas

En las colmenas se combina la presencia de agujeros muy juntos y con mucho contraste junto a un patrón muy geométrico, lo que suele ser un disparador en la tripofobia.

tripofobia comenillas

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Morillas o comenillas

Algunas setas tienen superficies agujereadas que pueden repeler a las personas con tripofobia.

tripofobia miedo agujeros pancake

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Pancakes o tortitas con agujeritos

Los típicos pancakes de desayuno con agujeritos se ponen a menudo como ejemplo de disparador de la tripofobia.

Piedra pómez o rocas volcanicas

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Piedra pómez o rocas volcanicas

Los orificios naturales que se forman en las rocas volcánicas, incluso una pequeña e inofensiva piedra pómez, pueden causar inquietud o asco cuando se sufre tripofobia.

tripofobia girasol

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Flor de girasol

Por muy bonita que parezca a muchas personas, el patrón repetitivo con los contrastes de color que dibuja la flor de girasol es uno de los causantes habituales de asco o miedo cuando se sufre tripofobia.

tripofobia esponjas

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Esponjas

Las esponjas naturales, con sus orificios interminables, son otro clásico disparador de la tripofobia.

tripofobia piel animales

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Piel o pelo de algunos animales

Los dibujos del pelo de algunos animales peligrosos podrían estar en el origen de la tripofobia o fobia a los agujeros muy juntos o patrones geométricos.

Además del leopardo, por ejemplo, muchos animales peligrosos o venenosos han desarrollado este tipo de patrones en la naturaleza, como ranas venenosas o serpientes. Con todo, una persona tripofóbica no necesita que un animal con manchas en su piel o pelaje sea venenoso para sentir inquietud o rechazo. 

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Agujeros en la madera

Los agujeros en la madera, como los que se crean en los "hoteles" de insectos, pueden generar también inquietud, un miedo comprensible si pensamos en que dentro podrían esconderse gusanos u otros bichos.

tripofobia emmental

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tripofobia emmental

Incluso los agujeros que naturalmente se forman en el queso emmenthal pueden causar rechazo en las personas tripofóbicas.

tripofobia corales

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Corales

El fondo marino esconde tesoros que pueden ser una pesadilla para algunas personas que sufren tripofobia, aunque no para todas. Además de las esponjas marinas, los corales y algunas conchas pueden disparar el miedo en algunos casos con sus a veces diminutos patrones geométricos.

tripofobia cabezal ducha

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Cabezal de la ducha

Ya hemos visto que no a todas las personas tropofóbicas les dan miedo las mismas cosas, pero el cabezal de ducha puede inquietar a algunas de ellas.