Una alimentación en la que predominen frutas y verduras, incluidas las algas, debería garantizar los antioxidantes suficientes para combatir los radicales libres que aceleran el envejecimiento de nuestras células. Sin embargo, la manera de elegir y preparar los alimentos puede incrementar, notablemente, su presencia en el plato.
Cómo aumentar la presencia de antioxidantes
El color de verduras y frutas, además de hacer más atractivas y apetitosas las recetas, es un indicador de su contenido en determinados antioxidantes: el anaranjado de la zanahoria y la calabaza o el rojo del tomate y el pimiento revelan que son ricos en carotenoides; el morado de uvas negras, arándanos o moras indica la presencia de antocianinas o resveratrol; y el amarillo del maíz o el verde de las espinacas enriquecen los platos con luteína. Combinar todos estos colores en las recetas nos asegura un aporte variado de estas sustancias.
Los condimentos ofrecen otra valiosa oportunidad de aportar antioxidantes, como cuando hacemos un sofrito con ajo. Aquí, un buen aceite de oliva virgen extra multiplicará su efecto. La mayoría de hierbas aromáticas, y en especial orégano, tomillo y romero, son poderosos antirradicales. También especias como la cúrcuma, la canela, la pimienta o el clavo de olor.
Por otro lado, algunos antioxidantes son sensibles al calor y se dañan fácilmente con una mala conservación. Por eso conviene emplear alimentos frescos y planificar bien la compra, para no tener que almacenarlos mucho tiempo.
5 recetas con frutas y verduras llenas de antioxidantes
Las ensaladas, bien surtidas de crudos y, sobre todo, si contienen germinados, son una excelente fuente de antioxidantes. Cocinar al vapor es la forma más respetuosa de preparar estos platos y, por regla general, procuraremos no alargar demasiado los tiempos de cocción. Aquí tienes 5 recetas ricas en antioxidantes que, además, son deliciosas: