Pasar tiempo a solas tiene algunas ventajas: mejora el autoconocimiento y la autorreflexión, fomenta la independencia y ayuda al desarrollo personal. Incluso puede despertar la creatividad. De hecho, muchos artistas, escritores e inventores encuentran en la soledad una valiosa fuente de inspiración. Pero la soledad también se ha vinculado con diversos problemas de salud, como un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares.

Lo cierto es que somos seres sociales y mantener relaciones e interacciones sociales saludables es crucial para el bienestar general. Lo ideal es mantener un buen equilibrio entre la soledad y las relaciones sociales. Sin embargo, de acuerdo con una encuesta llevada a cabo en 2021 por investigadores de Harvard en 950 estadounidenses, el 38% está en una situación de soledad grave y el 61% de ellos tienen entre 18 y 25 años. Y una de las causas más importantes podrían ser los smartphones y ordenadores.

Más soledad en los jóvenes

La pandemia y el confinamiento tuvieron un gran impacto en la salud mental y, aunque sus efectos emocionales poco a poco van desapareciendo, sin duda algunos de nuestros hábitos han cambiado, como el hecho de que nos comuniquemos más desde las pantallas. Ejemplo de ello es el aumento del teletrabajo o de las videollamadas. Pero las elevadas tasas de soledad entre los jóvenes no pueden achacarse solo a la pandemia.

De hecho, de acuerdo con un estudio sobre la soledad en jóvenes publicado en Personality and Social Psychology Bulletin de 2015, las tasas de soledad entre los estudiantes de secundaria y preparatoria de EE. UU. disminuyeron de forma constante desde finales de la década de 1970 hasta 2007. A partir de ese año, que coincide con el lanzamiento del primer iPhone, se observa un gran repunte de las cifras. Y es que los smartphones y las pantallas en general tienen gran parte de culpa en que los adolescentes salgan menos, duerman menos y se sientan más solos.

No es algo que se observa solo en EE. UU., un estudio sobre la soledad en las escuelas publicado en Journal of Adolescence en 2021 muestra un aumento similar a partir de 2012 en 36 de los 37 países estudiados.

"La sensación de compromiso con los demás que pueden proporcionar las redes sociales puede hacer que sea más fácil alejarse de las actividades sociales", asegura Daphne Holt, profesora asociada de psiquiatría de Harvard. “Y luego las comparaciones con los demás, los 'me gusta', etc., pueden desencadenar sentimientos negativos sobre uno mismo, lo que puede exacerbar la tendencia a aislarse”.

Aunque los datos apuntan a las pantallas como una causa importante de la soledad en los jóvenes, no es la única. Otras que han señalado los investigadores son: el divorcio de los padres, un menor número de hijos, la separación geográfica de la familia, la disminución de la inversión de tiempo en actividades sociales, la pobreza, el bullying o la marginación debido a la orientación sexual.

Efectos adversos de la soledad

Las investigaciones asocian la soledad con diversos efectos negativos para la salud, como un aumento de hasta un 40% del riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular o un ataque cardíaco recurrente, el triple de probabilidades de sufrir demencia o un aumento de la incidencia de cáncer en etapas posteriores de la vida.

De acuerdo con Robert Waldinger, profesor de psiquiatría de Harvard, “la soledad es un factor estresante. Aumenta la inflamación crónica y hormonas como el cortisol y la adrenalina y disminuye la función inmunológica. Y, el hecho de que se correlacione con una actividad social reducida puede significar que la persona no está expuesta ni accede tanto a comportamientos saludables”.

Por otro lado, un estudio de 2006 publicado en el Journal of Research in Personality indica que las personas solitarias tienen una autoestima más baja y tienden a ser más tímidas, tener más ansiedad y sentirse más incómodas en situaciones sociales.

¿Y cuál es la solución para evitarlo? Para aquellas personas que se sienten solas, especialmente los jóvenes que se encuentran en etapas de transición (como empezar a compartir la vida con la pareja, tener hijos…) en momentos diferentes a los de sus amigos, una solución puede ser simplemente salir y hacer algo: un voluntariado, asistir a clases de algo que te guste, practicar un deporte... “Cada vez que logras que las personas se unan a un grupo pequeño y se adhieran a él”, asegura Jacqueline Olds, profesora asociada de psiquiatría de Harvard, “puede sumar años a sus vidas”.

En los niños en edad escolar, un enfoque que ha mostrado resultados positivos es la educación social y emocional, mediante actividades adaptadas a la edad para enseñar habilidades sociales.