Muchos de nosotros somos conscientes de que hay algo en nuestras vidas que no funciona como nos gustaría. Es como si no estuviera mal, pero no termina de estar del todo bien, y no hablo solo de aquello que se relaciona con el tener, sino también de lo que se relaciona con algo de mucha mayor profundidad, que es el Ser, como cuento en mi libro El camino del despertar (Ed.Espasa).

Poner al inconsciente de nuestra parte 

Necesitamos atrevernos a penetrar en ese «mundo sumergido», el mundo inconsciente, para descubrir la razón profunda por la que hacemos lo que hacemos y, al mismo tiempo, para lograr que el inconsciente se ponga de nuestro lado en lugar de tenerlo casi siempre en nuestra contra.

Cuando el mundo consciente se unifica con el inconsciente, se adquiere una nueva perspectiva, una nueva percepción de la realidad y, por supuesto, una nueva forma de ser y de estar en el mundo. Es lo que se denomina «consciencia unificada».

La persona toma el lugar que le corresponde y que había estado ocupado por el personaje, un personaje que ni mucho menos es único, sino que, en realidad, es un compendio de distintos personajes. A partir de ese momento de descubrimiento y revelación, quien llevará el timón de nuestra vida no será el personaje, sino la persona. De ahí su gran poder transformador.

Superar limitaciones y despertar tu don

Se trata de superar limitaciones mentales, emocionales y anímicas que no nos dejan avanzar.

Hay algo en nuestro interior que, cuando es expresado, se convierte en una extraordinaria contribución. Sin embargo, son pocas las personas que se percatan de la existencia de ese don que duerme en las profundidades de su Ser y que anhela despertar y salir a la luz.

No hay ningún ser humano que no lleve consigo sus correspondientes heridas. Llamo heridas a todos aquellos traumas que nos han dividido por dentro, que nos han separado de nosotros mismos, de los demás, de la naturaleza y de la vida en general.

Son estas heridas las que dan lugar a los personajes que se apoderan de nuestras vidas y acaban sustituyendo a la persona; personajes como el niño herido o el ego parental, que ejercen una enorme influencia en nuestra existencia de adultos.

El camino del héroe

Tenemos la gran oportunidad de reparar ese tapiz dividido y así transformar nuestras vidas. Una vida se transforma cuando reconectamos con la grandeza que hay en nuestro interior y favorecemos que se despliegue y alcance su plenitud.

Se trata de emprender el Camino del Héroe, el que nos invita a convertirnos primero en guerreros después en magos. En guerreros, para desarrollar ese poder interior que nos impide abandonar ante la dificultad o la intimidación. En magos, con el poder de transformar la energía negativa en positiva.

Si queremos crecer, mejorar, evolucionar y convertirnos en quienes estamos llamados a Ser, necesitamos emprender nuestro propio viaje a Ítaca, ese que nos permitirá despertar y reconocer nuestra verdadera identidad.

Somos «mariposas», somos «águilas», no orugas que viven arrastrándose, o pollos encerrados en un corral. El Camino del Héroe nos invita a abandonar nuestro mundo conocido para adentrarnos en otro desconocido. Cuando entremos en él, nos encontraremos con esas sombras y fantasmas a los que tanto tememos. Recorrer ese mundo desconocido y tenebroso es todo menos sencillo.

Es en este proceso de transitar por la oscuridad sin desfallecer, sin tirar la toalla, sin abandonar, cuando nuestra identidad, nuestra auténtica grandeza, empieza a abrirse paso.

5 claves para emprender el camino del héroe y transformar tu vida

Suelo decir que uno sale de su zona de confort solo por dos motivos: inspiración o desesperación. Para transformar nuestra vida y convertirnos en quienes estamos llamados a Ser necesitamos cumplir cinco premisas:

  1. Ser conscientes de que podemos elegir entre esclavitud o libertad, entre arrastrarnos o volar.
  2. Asumir la responsabilidad en el proceso de alcanzar la libertad y de reclamar nuestra verdadera identidad. La libertad es un estado interior, y es en nosotros, no en nuestras circunstancias, donde se encuentra el verdadero poder para que haya libertad.
  3. Sentir lo que el encuentro con nuestro corazón supondría en nuestras vidas y en los de nuestros seres queridos. Ser conscientes de las posibilidades que se presentarían, las oportunidades que se generarían, si nos relacionáramos con el mundo como águilas y no como pollos, como mariposas y no como gusanos.
  4. Confiar en que, si creemos, si tenemos fe, antes o después acabaremos viendo. Creer, tener fe, es una decisión, y también un sentimiento de certeza acerca de algo. Es abrirse a la magia para que se haga posible lo que parece imposible.
  5. Empezar a dar un paso detrás de otro, a poner una piedra sobre otra, pero no como quien cree que está construyendo un simple muro, sino como quien sabe que está construyendo una catedral.

Hacerse las Preguntas correctas

Hay preguntas que nos mantienen encerrados en una determinada forma de pensar, mientras que otras ayudan a explorar aquello que ni siquiera se nos había pasado por la cabeza. Las preguntas nos abren o nos cierran mundos.

Si la pregunta es «¿qué puedo soñar estando como estamos en una realidad tan dura?», posiblemente caigamos en la impotencia y en la desesperanza.

Si, por el contrario, nos hacemos una pregunta distinta: «¿qué tipo de sueño he de soñar para transformar esta realidad?», notaremos inmediatamente cómo empiezan a cambiar los sentimientos y comenzaremos a recuperar algo de ilusión y de esperanza.

En nuestro Camino del Héroe, el arte de hacerse preguntas es esencial, porque nos ayudarán a encontrar un sentido a lo que parece que no lo tiene.

En todo lo que nos sucede hay una respuesta de una gran profundidad «para qué», y cuando somos conscientes de ello empezamos a hacer extraordinarios descubrimientos.

Recordemos que una pregunta es poderosa si hay un espacio de silencio tras ella, es decir, cuando no la contestamos de una forma automática y permitimos que emerja la respuesta de ese lugar que está de nuestro condicionamiento mental.

El amor y la compasión vienen con el poder interior

La finalidad del Camino del Héroe, como decía su creador Joseph Campbell, es descubrir el valor de la compasión. Imaginemos como sería ir por la vida relacionándonos con todo con mayor serenidad y confianza. Incluso cuando tuviéramos que poner límites a una conducta, no lo haríamos con el deseo de castigar, sino de corregir.

Por eso, el poder interior es mucho más transformador que la fuerza bruta, y recorrer el camino del héroe aumenta nuestro poder interior, no nuestra fuerza bruta.

Se trata de generar un espacio de encuentro en el que algo mágico e inesperado pueda suceder. Se trata de que nos aproximemos al verdadero amor, un amor sin condiciones, el único que tiene la capacidad de sanar nuestras heridas y de transformar por completo nuestras vidas.

6 sencillas prácticas que facilitan el camino

Prueba estas sencillas prácticas, serán buenas acompañantes en tu camino del despertar.

  • Con una sonrisa: Gestiona tu expresión facial y gestionarás tus emociones. La propuesta es que, durante una semana, hagas lo posible por sonreír a las personas con las que interactúas, incluso a quienes no te caen bien o no te devuelven la sonrisa.
  • Háblate con amor: Usa tu diálogo interior para apoyarte y no para anularte. Siente qué notas en tu cuerpo cuando usas contigo el lenguaje negativo o autolimitante. Después siente qué notas cuando te hablas desde una perspectiva diferente, menos enfadado.
  • Recarga las pilas: Para que la reacción al estrés no esté activada permanentemente, haz diez respiraciones profundas por la nariz, espirando por la boca. También puedes caminar diez minutos, tres veces al día. Nota cómo te devuelven la paz interior y recargan.
  • Agradece lo bueno: El ruido interior se contrarresta con el agradecimiento. Se trata de llevar la atención a lo que en tu vida funciona y sentirlo. Es especialmente beneficioso practicarlo antes de ir a dormir, ya que la memoria se reconstruye de noche.
  • Imaginar para crear: Es difícil conseguir algo si no eres capaz de imaginarlo. Si visualizas una situación que quieres vivir y la sientes, estarás induciendo un estado emocional que puede modificar la conexión entre tus neuronas. Cierra los ojos y siente la ilusión.
  • Compartir da felicidad: No hay felicidad sin el otro. Por la mañana, al levantarte, decide que una de tus prioridades para este nuevo día será aliviar la carga de una persona: regalar una sonrisa, ver en qué la puedes ayudar... Con la práctica, notarás los beneficios también en ti.