Cada vez hay más padres que comprueban que los niños responden bien a las terapias naturales, en general poco o nada agresivas, como la homeopatía, la osteopatía, la musicoterapia o la fitoterapia, para tratar muchos de los problemas de salud que les afectan.

Son tratamientos que pueden reforzar o sustituir a la medicación que haya establecido el pediatra. No son pocos los médicos que ya empiezan a recomendar –al menos en algunos casos– este tipo de terapias naturales. Ciertamente el metabolismo de los niños pequeños difiere del de una persona adulta, y más cuanto más pequeños sean.

Cabe no olvidar que hasta los 6-8 meses de vida, determinados mecanismos orgánicos, como la capacidad desintoxicadora del hígado y los riñones, el sistema digestivo y el respiratorio o incluso el sistema inmunitario, no están plenamente desarrollados.

Por esto es importante a la hora de establecer un tratamiento, tanto si es convencional como si es a base de elementos naturales, tener en cuenta cómo reacciona su organismo, cómo absorbe los diferentes principios activos y cuánto tiempo precisa para eliminarlos, por ejemplo a través de la orina. 

Una buena alternativa

Los principales fármacos que se dispensan a los niños son antitusivos, antipiréticos, antihistamínicos y tranquilizantes. En todos estos casos, la fitoterapia ofrece alternativas igualmente eficaces y mucho menos agresivas.

Resfriados, gripe, alergias, dolor de barriga, diarreas, intolerancias alimentarias, lombrices, gastroenteritis, gases, hiperactividad o insomnio son algunos de los muchos ejemplos de trastornos leves que pueden tratarse con plantas, pero se recomienda antes informar al pediatra, para que dé su aprobación y diseñe las pautas del tratamiento.

Con los niños que presenten alergias o asma, hay que tener especial cuidado al elegir las plantas más apropiadas, siguiendo las indicaciones de un especialista, así como utilizarlas en dosis ponderadas. En este artículo se han seleccionado seis plantas, que por sus características y por la ausencia de riesgo alguno en su uso, si se hace en las dosis correctas, pueden administrarse sin problemas.

 

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manzanilla

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1. Manzanilla, bienestar digestivo

La manzanilla (Matricaria chamomilla) es un recurso fácil que gusta a los pequeños por su sabor más o menos suave. Puede ser administrada sin problemas si no se exceden las dosis.

  • Cúando conviene: Se destina a aliviar el dolor de barriga, que provoca llanto, y a combatir diarreas, espasmos gastrointestinales y otros trastornos frecuentes como las náuseas, los vómitos, los gases y la falta de apetito. Es también una planta sedante, eficaz para calmar la excitación nerviosa o el insomnio.
  • Cómo se toma: En infusión de manzanilla sola o asociada a llantén mayor y agrimonia, para la diarrea; con anís y alcaravea para los gases; o bien con melisa y amapola para el insomnio
  • En qué cantidades: Para niños de 2-3 años de edad, una cucharadita de café de  flores secas por vasito de agua. Para los mayores, una cucharada de postre. Administrarles 2 o 3 tacitas al día, según la intensidad de la diarrea, los gases o el estado de inquietud.

GWG-AJ1183499. 2. Malva

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2. Malva, una amiga de la piel y las mucosas

La malva (Malva silvestris), una planta de flores liláceas que crece en los márgenes de los caminos, es muy rica en mucílagos, lo que hace de ella un remedio útil para la protección de las mucosas y la restauración de la piel.

  • Cúando conviene: La exposición prolongada de la zona genital del bebé a pañales húmedos o sucios en diversos grados hace que esta se irrite, al debilitarse la barrera protectora de la piel. Esto provoca gran malestar al niño, sobre todo cuando aparecen esas características manchitas blancas, que son un indicio de hongos, difíciles de eliminar. Se indica, pues, para aliviar la dermatitis del pañal, pero también en otras afecciones cutáneas, como eccemas, granos, quemaduras superficiales y hongos. Protege asimismo las mucosas del aparato respiratorio, suaviza la garganta y combate la tos. Se puede destinar por tanto a tratar resfriados y gripe con tos, faringitis y laringitis. No es menos eficaz para tratar los orzuelos y los párpados inflamados.
  • Cómo se toma: La infusión simple de malva o agua de malvas se ha demostrado eficaz como calmante. Se puede agregar tomillo si se detecta la presencia de hongos. Para las afecciones respiratorias, es muy aconsejable la infusión simple de malva o asociada a la violeta y a la amapola.
  • En qué cantidad: Para las friegas, en caso de dermatitis, 20 g de malva por litro de agua. Infundir 10 minutos y colar. Se aplica en masaje suave de la zona irritada o en un baño de asiento. Una alternativa es una pomada que contenga malva y caléndula. Para la tos y la irritación de garganta, una cucharadita de postre de la planta o mezcla de plantas por vaso de agua. Infundir 10 minutos, dejar que repose y añadirle una pizca de miel de tomillo. Se le dan dos tacitas al día.

 

saúco

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3. Saúco, un bálsamo para la fiebre

Las flores del modesto y obicuo saúco (Sambucus nigra) constituyen un recurso herbario útil para combatir las décimas de fiebre, por su poder diaforético.

  • Cuándo conviene: Episodios de gripe, elevaciones inesperadas de la fiebre, resfriados y bronquitis pueden ser tratados con esta planta, ya sea en solitario o en combinaciones equilibradas. Es también un alivio para los síntomas asociados a infecciones víricas agudas, como la varicela, o para favorecer la diuresis, por su alto valor diurético. También es útil para la enuresis, que sufren muchos pequeños y que les ocasiona gran angustias. Se trata de que la tomen durante el día para aumentar la micción y aprender a controlar los músculos de la vejiga. Por la noche, se la sustituirá por hinojo, por ejemplo.
  • Cómo se toma: En infusión, asociada si se quiere con violeta y tomillo, para las afecciones respiratorias o bien el jarabe de saúco. Y la infusión sola o combinada con llantén mayor para tratar la enuresis. Una alternativa es la aplicación de compresas frías, empapadas con esta infusión, sobre la espalda, lo que calmará los impulsos de la vejiga.
  • En qué cantidades: Una cucharadita de café o de postre –según la edad– por tacita de agua, infundir 10 minutos y colar. Se le deben dar dos tazas al día, la última una hora antes de que se acueste. También funcionan bien, en caso de enuresis y problemas para ir al baño, las bayas de arándano rojo americano, tomadas con el yogur o bien solas.

melisa

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4. Melisa, un eficaz tranquilizante

La melisa (Melissa officinalis) tiene un efecto sedante suave, calma los nervios y reduce la hiperactividad. Puede administrarse en caso de insomnio, y es útil para combatir los gases y los espasmos gastrointestinales. El jugo de la planta fresca se ha empleado de forma tradicional para aliviar las picaduras.

  • Cuándo conviene: En términos generales para inducir el sueño y relajar a los pequeños. Un bebé de seis meses necesita unas 14 horas de sueño. A los tres años no necesitará más de las 12 horas, a los cuatro años, 11 y a los doce, no más de 9 horas. La dificultad para dormir puede responder a muchas causas. Junto a consejos de tipo nutricional, la administración de esta planta medicinal puede ser una buena ayuda. 
  • Cómo se aplica: En infusión simple o combinada con manzanilla y anís verde.
  • En qué cantidades: En infusión, una cucharadita de postre de la planta troceada por medio vaso de agua. Se dan 2 o 3 tacitas al día, la última una media hora antes de acostarlo.

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5. Bardana, cicatrizante y dermoprotectora

La bardana (Arctium lappa) constituye uno de los mejores remedios para tratar las impurezas de la piel. Es cicatrizante, desinflamatoria y dermoprotectora.

  • Cúando conviene: Se indica para favorecer la eliminación de granos, eccemas, forúnculos, para el acné y las dermatomicosis. Los niños son especialmente propensos a padecer abscesos (acumulaciones de pus con inflamación) y eccemas, y por su naturaleza movida e inquieta están más expuestos a recibir golpes, rasguños y moratones, que a menudo se hacen visibles en piernas y brazos.
  • Cómo se aplica: En forma de masajes faciales o en compresas empapadas con la infusión. Y por vía oral, generalmente asociada a otras plantas como la violeta, la onagra y la manzanilla. Para los abscesos en la boca, se aplicará tintura de bardana y equinácea, disuelta en agua, en enjuague. Una alternativa es la crema de caléndula y bardana.
  • En qué cantidades: Para la infusión, una cucharadita de postre por taza de agua. Añadir una pizca de miel, colar y tomar un par de tacitas al día.

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6. Amapola, de suaves efectos hipnóticos

Los pétalos de la amapola (Papaver rhoeas), de un rojo encendido, contienen alcaloides, de los que se deriva su acción ligeramente sedante e hipnótica, y también mucílagos en abundancia, lo que les confiere un claro efecto demulcente y suavizante sobre las mucosas respiratorias. Es un excelente remedio  para combatir la irritación de garganta y calmar la tos, sobre todo cuando esta es persistente e irritativa. Administrada en pocas cantidades, calma los nervios, los berrinches e induce el sueño.

  • Cómo se aplica: Como fórmula para la tos, la amapola sola o asociada a tomillo, violeta, malvavisco y llantén. Para estados de nerviosismo, amapola con manzanilla y anís verde.
  • En qué cantidades: Una cucharadita de café por vasito de agua. Tomar dos tacitas diarias, en caso de mucha inquietud, la última una media hora antes de acostarlos. 

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El llanto y los miedos

El llanto y los miedos nocturnos son usuales en niños. La aromaterapia puede ofrecer soluciones sencillas para tratar de aliviar estos problemas. Los expertos recomiendan aceites esenciales de lavanda, bergamota, geranio, sándalo, melisa o nerolí.

Basta con aplicar una gota de estos aceites en un pañuelo, ponerlo debajo de la almohada o hacer una vaporización de la habitación con la esencia. Si el temor es intenso, los mayores de 6 años pueden inhalar un pañuelo impregnado con una gota de esencia durante unos minutos.

Otros remedios

1. Dolor de oídos

Cataplasmas calientes o tibias de fenogreco. Desinflaman a nivel interno y alivian las molestias.

2. Combatir los piojos

Fricción del cuero cabelludo con 2-3 gotas de aceite esencial de árbol del té, hasta 3 veces al día, mientras persista la plaga. Tras la friega, cepillar bien para eliminar las liendres. Lavar luego con agua de hamamelis o consuelda mayor. Una alternativa son los baños con decocción de ajenjo.

3. Dolor de dientes en los bebés

Puede no ser fácil, pero un remedio tradicional es dejar que mastiquen la raíz de malvavisco.

4. Moratones y golpes

Infusión de meliloto y hojas de arándano, dos vasitos al día, y aplicar pomada de árnica o caléndula.

5. Estreñimiento

Maceración de semillas de lino, 3 cucharadas soperas por litro de agua. Se les da dos veces al día, acompañada de abundante agua.

6. Candidiasis oral

Se deben hacer enjuagues con tintura de caléndula o bien zumo de aloe vera, dos veces por día.