Para que el cerebro realice eficazmente sus funciones, además de no estar expuesto a sustancias tóxicas necesita contar con un aporte regular de energía y de ciertos nutrientes. Por ello alimentarse bien es fundamental para poder disfrutar de una mente centrada y despierta, prevenir o mitigar el deterioro neurológico causado por el paso del tiempo y alejar enfermedades como el Alzheimer o demencia senil.

Cereales integrales, frutas cítricas, frutos rojos, frutos secos, levadura de cerveza, probióticos y verduras de hoja verde son los mejores alimentos para el cerebro y no deberían faltar en tu dieta. Pero además hay algunos suplementos o aliados que podemos utilizar para complementar la dieta y mantener contentas a nuestras neuronas.

Alimentos para tu cerebro, un extra de energía

Si deseamos obtener un plus de energía para el cerebro, entonces tendremos en cuenta estas 5 ayudas adicionales.

1. Ginkgo biloba

El ginkgo (Ginkgo biloba) es la planta medicinal china más conocida y consumida en Occidente. Está considerado un gran tónico circulatorio, sobre todo a nivel cerebral. Facilita el acceso a los receptores de acetilcolina en el hipocampo, la oxigenación celular y el metabolismo cerebral de la glucosa.

El ginkgo es fácil de encontrar en herbolarios y se presenta en varios formatos: la planta seca para infusión, en forma de extracto líquido, en cápsulas, en comprimidos y el jugo de la planta fresca.

Dosis recomendada de ginkgo: de 60 a 180 mg diarios de extracto estandarizado de la hoja.

2. Fosfatidilserina

La fosfatidilserina es una sustancia liposoluble que se halla en altas concentraciones en las células cerebrales, donde contribuye a regular los neurotransmisores. Previene el envejecimiento de las células cerebrales y puede ayudar a reparar los daños neuronales.

La fosfatidilserina se encuentra en cantidades mínimas en la dieta habitual. En cambio nuestro organismo la sintetiza a partir de los fosfolípidos aportados por los alimentos. Con la edad la capacidad de síntesis disminuye y es necesaria la suplementación con derivados de la lecitina de soja.

Dosis recomendada de fosfatidilserina: 200 mg al día.

3. Fosfatidilcolina

Es esencial para sintetizar la acetilcolina, un neurotransmisor implicado en el buen funcionamiento delamemoria, atención y capacidad de aprendizaje.

La lecitina de soja y, en menor medida, el germen de trigo son buenas fuentes de fosfatidilcolina y de fosfatidilserina.

La lecitina de soja contiene ácidos grasos muy saludables (linoleico y linolénico), inositol colina y fósforo, que mejoran la memoria. También ayuda a reducir el exceso de colesterol.

Dosis recomendada de fosfatidilcolina: entre 800 y 1.200 mg al día.

4. Acetil-L-carnitina

Mejora el metabolismo energético de las neuronas, potencia la actividad de la acetilcolina y elimina residuos celulares en el cerebro, lo que incide en una mejora de la memoria y la capacidad cognitiva.

La acetilcolina es un neurotransmisor que ayuda a que se formen nuevas conexiones entre las neuronas, además de proteger el cerebro y el sistema circulatorio frente al exceso de colesterol.

Las fuentes principales de acetil-L-carnitina son de origen animal, pero se halla en las setas y existen suplementos veganos.

Dosis recomendada de acetil-L-carnitina: de 1 a 2 g al día.

5. Ácido graso DHA

Un ácido graso omega-3 esencial para las funciones cerebrales. Si se padece Alzheimer, es preferible que sea vegetal.

Las algas y las nueces, la chía o el lino aportan su precursor vegetal.

Dosis recomendada de DHA: 300 mg diarios.