Las frases sobre las injusticias nos hacen reflexionar. Y es que algunas personas tienen una habilidad especial para descubrir las injusticias a su alrededor. Llegan a sentir que la vida es esencialmente injusta, especialmente con ellas. En cambio, les parece que otras personas gozan de una increíble buena suerte y pueden ser felices.

En este vídeo recopilamos algunas de estas frases sobre injusticia.

La existencia de desigualdades reales de todo tipo –económicas, culturales, sociales– está en el origen de la sensación de injusticia generalizada, pero la alusión a la suerte o al destino como repartidores de justicia anula la responsabilidad individual y colectiva.

La vida incluye tantos elementos que unos se compensan con otros. Incluso en las situaciones más desesperadas –enfermedades graves, pobreza absoluta...– la vida ofrece asideros, como el amor de los seres queridos y la ayuda mutua, a menudo entre desconocidos.

Una clave para que el reparto de satisfacciones y de cargas sea más equitativo consiste en reforzar los lazos constructivos entre individuos y grupos.

No todos podemos comportarnos como héroes, pero la vida ofrece continuamente pequeñas ocasiones para ser justo y generoso. Para ello hay que ir más allá de la constante autorreferencia, el egoísmo o el rencor.

Observar las necesidades de los otros y analizar las posibilidades para mejorar las cosas son guías fiables. Los pensadores, historiadores y filósofos nos han dejado frases sobre la injusticia y la justicia que nos ayudan a reflexionar sobre este aspecto.

10 frases sobre injusticia y justicia para aplicarlas a la vida

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FRASES injusticia10. Ningún vencido tiene justicia si lo ha de juzgar su vencedor. (Francisco de Quevedo)

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1. Ningún vencido tiene justicia si lo ha de juzgar su vencedor. (Francisco de Quevedo)

"¡Que se haga justicia!", es el grito unánime de la humanidad. Es la virtud que hace de la vida algo digno y soportable, pues sin ella las personas estamos expuestas a todo tipo de violencias.

FRASES injusticia8. Aceptar la injusticia no es una virtud, sino todo lo contrario. (Cleóbulo de Lindos)

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2. Aceptar la injusticia no es una virtud, sino todo lo contrario. (Cleóbulo de Lindos)

Como la justicia nos beneficia a todos, debería resultar fácil comportarse de manera ecuánime y, sin embargo –si observamos todas las reclamaciones que se realizan– vivimos inmersos en un mar de injusticia que inunda las relaciones personales y sociales.

Para estar todos un poco más satisfechos habría que luchar contra los abusos de poder, pero sin caer en la trampa del victimismo, una estrategia que consiste en echar la culpa a los demás –o a la vida– de los propios problemas, evitando así la responsabilidad de afrontarlos uno mismo.

Es mucho más sencillo denunciar el comportamiento injusto de los demás que actuar uno mismo justamente. Llevando esta inconsecuencia al extremo se llega a la venganza.

FRASES injusticia. La obra maestra de la injusticia es parecer justo sin serlo. (Platón)

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3. La obra maestra de la injusticia es parecer justo sin serlo. (Platón)

Los ajustes de cuentas, los atentados terroristas y muchas guerras se realizan en nombre de la justicia y no son más que revanchas o estrategias que persiguen otros fines inconfesables. En los conflictos personales puede suceder lo mismo.

En contraste, se puede concebir un comportamiento que ponga la justicia por encima de todo. El paradigma es el filósofo Sócrates que, sentenciado a muerte, eligió suicidarse para evitar que sus verdugos cometieran una violencia innecesaria.

FRASES injusticia5. Lo que consideramos justicia es, con mucha frecuencia, una injusticia cometida en nuestro favor. (Reveillere)

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4. Lo que consideramos justicia es, con mucha frecuencia, una injusticia cometida en nuestro favor. (Reveillere)

Los ideales no deberían cegarnos. Las relaciones humanas son tan complejas que a veces resulta inevitable dejarse infligir una injusticia, o cometerla, sea por inconsciencia o para evitar otra mayor. Ambicionar un mundo sin injusticias es un sueño que puede acabar en pesadilla, como más de una vez se ha demostrado a lo largo de la historia.

Seguramente tenemos que aprender a tolerar a nuestro alrededor cierta dosis de injusticia, comprendiendo que forma parte de las debilidades humanas.

FRASES injusticia2. Haz justicia con alguien y acabarás por amarlo. Pero si eres injusto con él, acabarás por odiarlo. (John Ruskin)

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5. Haz justicia con alguien y acabarás por amarlo. Pero si eres injusto con él, acabarás por odiarlo. (John Ruskin)

La justicia es un síntoma de madurez psicológica. De hecho, no todos estamos preparados para ser ecuánimes. El psicólogo Lawrence Kohlberg sostiene que solo las personas que han alcanzado la última fase del desarrollo moral –descrita por su colega Jean Piaget– pueden comprender y llevar a la práctica comportamientos justos basados en principios universales.

La persona capaz de ser justa comprende objetivamente los factores implicados en un conflicto, cree en valores éticos y posee la empatía necesaria para no desear ni provocar sufrimiento a sus semejantes.

Las personas que han sido injustamente tratadas en la infancia, que no han recibido suficiente afecto o que no han crecido en un ambiente respetuoso pueden no desarrollar habilidades suficientes para no ser ellas mismas injustas o para no aferrarse a estrategias victimistas. Por tanto, la lucha contra la injusticia habría que realizarla en cada familia antes que en los tribunales y las organizaciones internacionales.

La justicia requiere cierta flexibilidad. Lo justo podría definirse como aquello que produce, a nivel individual y colectivo, las mejores consecuencias.

FRASES injusticia7. Llamar a la mujer el sexo débil es una calumnia, es la injusticia del hombre hacia la mujer.  (Mahatma Gandhi )

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6. Llamar a la mujer el sexo débil es una calumnia, es la injusticia del hombre hacia la mujer. (Mahatma Gandhi )

Según la filósofa y psicóloga Carol Gilligan, la clave de la justicia se halla en el refuerzo de todo aquello que conecta y une a las personas y a las sociedades. Es lo que se ha definido como "ética de los cuidados", asentada en valores que se han considerado tradicionalmente femeninos y que están más apegados a la vida real y a la educación desde la infancia que la ética intelectual y abstracta impuesta, con éxito relativo, a través de las leyes y las instituciones.

FRASES injusticia4. Ganamos justicia más rápidamente si hacemos justicia a la parte contraria. (Mahatma Gandhi)

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7. Ganamos justicia más rápidamente si hacemos justicia a la parte contraria. (Mahatma Gandhi)

Aunque en la tradición occidental se simboliza la justicia con una figura femenina con una balanza en la mano y los ojos vendados, en verdad exige tener los ojos bien abiertos. La persona u organización que comete un acto de injusticia lo hace con frecuencia a escondidas. No puede mirar a los ojos de la persona a la que perjudica y a veces recurre a intermediarios para que hagan ese trabajo molesto.

FRASES injusticia9. La justicia sobre la fuerza, es la impotencia, la fuerza sin justicia es tiranía. (Blaise Pascal)

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8. La justicia sobre la fuerza, es la impotencia, la fuerza sin justicia es tiranía. (Blaise Pascal)

Para ser verdaderamente justo no basta con obedecer las leyes. Desde el punto de vista de la "ética del cuidado", habría que poner en cuestión las opiniones o actitudes que muestran indiferencia u hostilidad hacia la suerte de cualquier persona o colectivo.

FRASES injusticia6. Una injusticia hecha al individuo es una amenaza hecha a toda la sociedad. (Montesquieu)

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9. Una injusticia hecha al individuo es una amenaza hecha a toda la sociedad. (Montesquieu)

La justicia requiere cierta flexibilidad. Lo justo podría definirse como aquello que produce, a nivel individual y colectivo, las mejores consecuencias.

FRASES injusticia3. Permitir una injusticia significa abrir el camino a todas las que siguen. (Willy Brandt)

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10. Permitir una injusticia significa abrir el camino a todas las que siguen. (Willy Brandt)

En lugar de estancarse en el dolor y el resentimiento, es posible entregarse a mejorar las cosas, empezando por uno mismo. Pero esto no puede hacerse desde la amargura –lo que engendraría más sufrimiento, es decir, más injusticia– sino de la confianza en las cualidades más positivas del ser humano.

El impacto de la injusticia en el cerebro

"Hambre de justicia" es una frase más exacta de lo que cabía imaginar. Cuando una persona se siente tratada justamente, se activa la misma zona del cerebro que cuando consume una sabrosa comida, recibe un regalo o admira una cara bonita.

Según los científicos de la Universidad de California-Los Ángeles (Estados Unidos), esto demuestra que la justicia es una necesidad básica para el ser humano.

El experimento fue simple: se reunió a un grupo de participantes y se les informó de que se les iba a distribuir una cantidad de dinero. El "área de la justicia" solo se activó cuando la cantidad recibida era equitativa. En cambio, cuando era injusta se activaba otra zona, la ínsula, vinculada a la regulación de las emociones negativas.

¿Ética del cuidado o instinto de ayudar?

El afán de cuidar tiene una base biológica, es una "virtud natural", y por tanto resulta más fiable que la justicia inspirada en valores ideológicos. Como es sabido, lo que está bien y mal puede diferir entre empresarios o trabajadores, creyentes o ateos, por poner solo algunos ejemplos.

Los cuidados afectuosos que ofrecen los padres a sus hijos, y la comprensión ante sus errores, deberían inspirar las normas sociales y el reparto de responsabilidades. Cuando oímos el llanto de un niño reaccionamos inmediatamente, pero no podemos hacer lo mismo si el bebé llora en otra casa o a miles de kilómetros. Las instituciones se han creado en parte para salvar estas distancias.

Por otra parte, una persona adulta se vale por sí misma en muchos sentidos, pero no es una isla. Las sociedades se organizan para satisfacer necesidades cuyo logro se escapa a los individuos. Si la sociedad falla en este sentido, la persona se siente injustamente tratada y busca culpables.

En esta situación, se puede caer en la tentación de inventar un culpable (interior o exterior) al que castigar. Esto evita abordar problemas complejos cuya solución implicaría seguramente un reparto de responsabilidades.

El victimismo es una estrategia con muchos seguidores. Hay personas que se sienten perjudicadas por sistema. A menudo encuentran culpables directos y en ocasiones la vida entera les parece injusta. Hacerse la víctima puede servir para obtener atenciones mediante el chantaje emocional, pero sobre todo sirve para huir del problema real y de la propia responsabilidad.

El victimismo es frecuente en personas con una autoestima baja que se han sentido poco queridas o abandonadas. El problema es que al ir de víctimas no consiguen establecer relaciones positivas, ni recibir el afecto desinteresado que están buscando y en lugar de cambiar de actitud se refuerzan en su convicción.

Suelen ser además personas a las que les cuesta expresar lo que realmente desean, acaso porque esperan que los demás lo adivinen como una prueba de afecto. Si no ocurre, tienen una excusa para lanzar sus quejas o acusaciones.

La trinchera del victimismo

Otra tendencia victimista es tomar cualquier diferencia de opinión como un ataque personal, lo que permite imponer la propia sin tener que explicarla de modo convincente. Estas personas creen que siempre tienen razón y no suelen analizar a fondo sus creencias.

Describir el victimismo es útil porque puede servir para no caer en su trampa. Una de ellas es escuchar con atención los argumentos de la persona con quien se ha entrado en conflicto para poder detectar el ataque personal o la injusticia, que justifica las iras y quejas propias.

Se trata de una reacción tan frecuente que puede definirse como normal, pero es preferible buscar una salida constructiva. Siempre que sea factible hay que buscar puentes de comunicación y aliados que permitan seguir adelante.

La empatía ayuda a ser más justos. Conviene ponerse en la piel del otro, pensar en cuáles son sus condiciones de vida, personalidad, deseos o limitaciones para comprender su manera de actuar. Lo mismo vale para no ser injusto con los demás. En todo momento conviene anticipar lo que la persona que tenemos delante siente o va a sentir en función de nuestro comportamiento.

También resulta necesaria cierta flexibilidad. Es una buena norma general poner a las personas por delante de las ideas absolutas. La obsesión con principios como la fidelidad, la obediencia u otros muchos ha generado mucho sufrimiento.

La importancia de una mirada ecuánime

Si nos sentimos injustamente tratados, en lugar de enfurecernos o denigrar al otro, busquemos su mirada y expongámonos serenos ante él o ella. La mirada debe penetrar hasta el fondo más íntimo, allí donde todos somos iguales y la conciencia nos dicta lo que es correcto.

El encuentro y el diálogo abierto deberían ser una exigencia en cualquier situación de conflicto. En la cultura anglosajona muchas desavenencias se resuelven en encuentros de mediación, en lugar de en los tribunales.

La potencia de la mirada y la apelación a la conciencia individual como motor de la justicia han sido comprendidas y llevadas a la práctica de manera radical por la Sociedad Religiosa de los Amigos, cuyos miembros son conocidos como cuáqueros. En sus comunidades, cuando alguien comete una injusticia, no es juzgado en función de una ley escrita ni reprimido, sino que los miembros se reúnen para observarlo en silencio. Además, su sentido de la justicia les impide castigar, encarcelar o participar en guerras, sea cual sea su causa.

Esta forma de hacer justicia está en el origen de organizaciones no gubernamentales muy importantes en la actualidad como Greenpeace, defensora de la naturaleza y de la paz, Amnistía Internacional, que denuncia en todo el mundo las violaciones de los derechos humanos y políticos, y Oxfam, que trabaja a favor de la justicia social al lado de los desfavorecidos.

La auténtica justicia poco tiene que ver con castigar a los culpables, por más que la ley del ojo por ojo y diente por diente no pierda popularidad. Es, más bien, el resultado de los esfuerzos de todos por relacionarse de una manera armoniosa, reconociendo los derechos y obligaciones de cada uno. Todos somos al mismo tiempo vulnerables y capaces de ser un poco más justos.

Para profundizar en la justicia

  • ¿Qué es la justicia?; Hans Kelsen, Ed. Ariel
  • Un futuro justo; Varios autores, Ed. Icaria
  • El poder de la empatía; Ciaramicoli y Ketcham, Ed. Vergara