¿Qué es la gordofobia? La gordofobia es el odio, rechazo o la violencia que sufren las personas gordas por el hecho de serlo. Provoca que los individuos cuyo tamaño corporal no encaja con lo socialmente aceptado y establecido reciban humillación, invisibilización, maltrato, ridiculización, patologización, marginación y exclusión.

La base de este trato discriminatorio son prejuicios sobre los hábitos, costumbres y salud de las personas con sobrepeso.  

En este artículo, María Ramírez, psicóloga experta en TCA (Trastornos de la Conducta Alimentaria), analiza por qué ocurre la gordofobia, los tipos de gordofobia y  cómo les afecta a las personas sufrir este tipo de discriminación.

Por María Ramírez

gordofobia: por qué ocurre

Para entender qué es la gordofobia y por qué ocurre, te voy a poner un ejemplo. Imagina que naces con el pelo moreno, quizá sea tu caso. Pasan los años y, a medida que creces, tu cabello cambia de color. Las personas de tu alrededor te lo comentan preocupadas, te acompañan a todo tipo de especialistas para ver qué ocurre y los expertos te recomiendan tomar medidas para  volver a tener el cabello moreno. 

Te sometes a decenas de tratamientos que dañan tu pelo y que hacen que sientas cansancio, desesperación y tristeza porque no puedes cambiarlo, que es lo que te dicen que debes hacer. “No está bien tenerlo así”; “es importante cuidarlo”; “se nota por el color que no está sano”…  Y no solo todo el mundo parece tener derecho a hablar, comentar y opinar, también recibes miradas juiciosas por la calle, insultos la mayor parte del tiempo y rechazo constante.

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Me veo gorda

Suena una lógica algo absurda, ¿verdad? Pues exactamente lo mismo ocurre en nuestra sociedad con las personas gordas. Y quiero contarte cuál es el motivo. 

Una sociedad gordofóbica entiende que una persona gorda está así “porque quiere”, “no tiene suficiente fuerza de voluntad”, “se ha abandonado”, “no se cuida” “es perezosa y muy vaga” y esto necesita ser castigado o rechazado. No se responsabiliza de sí misma.

Esto se determina por varias razones: 

  1. Falta de información: se desconocen los factores contextuales y personales que influyen en que una persona sea como es, gorda o delgada. Se sigue considerando como única y verdadera la fórmula de calorías ingeridas – calorías gastadas= cuerpo X. Se ha demostrado que este modelo actual no funciona. Si todas las personas comiésemos lo mismo, seguiríamos teniendo cuerpos diferentes.
  2. Salutismo: la salud es el principal objetivo de la vida y estar con sobrepeso es indirectamente proporcional al estado de salud. Más gorda equivale a menos salud.  Esta depende de tus hábitos de alimentación y de tu actividad física y también de tu descanso, tu manejo del estrés, tu gestión emocional, darte permiso de compartir, disfrutar lo que comes, el espacio donde lo haces y con quien. 
  3. Pesocentrismo: se concibe –erróneamente– el peso como único y suficiente indicador para determinar la salud de una persona. No se tiene en cuenta, ni importa, aspectos como la salud mental, emocional, espiritual o social. Ser más flaca no significa estar más saludable y la ciencia lo avala. Así como hay personas con pesos altos y un perfecto estado de vitalidad, las hay delgadas y muy enfermas.
  4. Cultura de dieta: miedo y odio hacia la gordura. Es como si las personas gordas pertenecieran "a un nivel más bajo” en la escala social. El cuerpo ideal es delgado y todas deben –ansiar– tenerlo y hacer algo para alcanzarlo. Cueste lo que cueste. Las personas con sobrepeso llevan a cabo conductas de riesgo mucho más agresivas para lograr “su peso ideal”. Estas se normalizan y pasan desapercibidas porque están gordas. Y es “lo que tienen que hacer”. Además, según la cultura de dieta, conseguir el “cuerpo perfecto” es rápido y fácil. 

La violencia estética ejerce una presión bien cargada de exigencia. Este tipo de crueldad incide en muchos factores para determinar las imperfecciones que deben ser modificadas o suprimidas según lo establecido como bello o belleza corporal. Uno de los factores que se asume como más importante es el peso, entendiendo la delgadez como condición y característica del canon femenino ideal. 

Está comprobado que la obsesión por un cuerpo delgado amenaza claramente la salud integral de una persona generando mayor insatisfacción vital.

Tipos de gordofobia

La gordofobia se presenta en diferentes niveles o tipologías:

  1. Intrapersonal: querer encajar en los estándares de belleza establecidos. Miedo a engordar o mantener la creencia de que si no se baja de peso no se será saludable, suficiente y no se aceptará. 
  2. Interpersonal: bromas o juicios hechas sobre cuerpos gordos. Chistes, burlas, memes que juzgan a las personas con sobrepeso en base a sus elecciones, hábitos, actos o apariencia.
  3. Institucional: la atención sesgada de profesionales, mobiliarios, inaccesibilidad a transporte público, material y aparatología no adaptada, tiendas sin tallas estandarizadas y un mínimo de estas, etc.
  4. Ideológica: un cuerpo delgado es mejor, más valioso, más saludable, más activo, más bonito o más inteligente. 

¿Dónde está la gordofobia?

La gordofobia está en todas partes. Es una discriminación estructural y sistémica, funcionando libremente de manera automatizada, normalizada y sin ser cuestionada. 

La sociedad está construida sobre unas bases, cánones y patrones establecidos por lo que las personas que no encajan en estas normas –en este caso las gordas– quedan fuera. Literalmente. 

Personas que dejan de asistir a eventos por miedo a no caber en las sillas, sin viajar en avión porque no saben si podrán sentarse bien o tendrán que pagar más dinero con el fin de hacerlo en un asiento más grande –si lo hay– sin tener garantías de comodidad, con dificultad para encontrar ropa de su talla, miedo a ir a la playa, evitar acudir al sistema de salud porque la solución a su problema siempre será “bajar de peso”, barreras para buscar trabajo, establecer amistades y relaciones de sexo afectivas, ver burlas de las personas gordas en películas y series, amenazas por el riesgo de sufrir enfermedades y muerte y un montón de ejemplos más a los que se les suma la vergüenza por diferentes experiencias, miradas y comentarios que les señalan como “que no son normales”.

Consecuencias de la gordofobia para quien la sufre

Esta opresión que sufren las personas gordas supone verdaderas y graves limitaciones en el desarrollo pleno de su vida que le recuerda que tener ese cuerpo es responsabilidad suya. Además, genera sentimientos de culpa y vergüenza que pueden desencadenar en problemas de salud física, mental, social y espiritual: baja autoestima, autoconcepto negativo, preocupación por la imagen, problemas académicos o laborales, discriminación, aislamiento, insatisfacción corporal o trastornos de conducta alimentaria.

ejemplos de gordofobia 

Estas son situaciones habituales de gordofobia:

  • Te sorprendes cuando una persona gorda tiene una pareja de cuerpo normativo.
  • Creer que una persona con sobrepeso solo puede ligar por su personalidad.
  • Idealizar tiempos pasados donde tenías un cuerpo más delgado.
  • Decir “qué va, si estás genial” cuando alguien se  refiere a que ha engordado.
  • Pensar que la ropa ajustada o de poca tela no es para personas gordas.
  • Dar consejos sobre dietas y deporte sin pedirlo con el motivo de “es por tu salud”.
  • Elogiar la pérdida de peso de alguien desconociendo la causa.
  • Comentarle a una persona gorda lo valiente que es por hacer vida normal.
  • Insultar con el término  gordo o gorda.
  • Discriminar a una persona con sobrepeso porque otras también lo hacen.
  • Compartir memes sobre subir de peso y burlarse de ello.
  • Permitir comentarios sobre el tamaño de tu cuerpo.
  • Aceptar la modificación de tu cuerpo si alguien te lo pide “por tu bien”.
  • Faltar el respeto y a la dignidad de la persona.
  • Cuestionar o poner en duda la cantidad de deporte que hace.
  • Suponer que una persona gorda come más que otra que no lo está.
  • Imaginar que una persona con sobrepeso consume determinados alimentos: más hidratos, azúcares y grasas.
  • La ropa de talla grande es mucho más cara.
  • Usar la expresión de “comida de gordos”.
  • Pensar que las personas gordas solo hacen ejercicio físico para adelgazar.

Qué hacer contra la gordofobia

Como sociedad podemos hacer mucho para romper con todo este sistema estructural y sistémico. Entra otras cosas visibilizar: 

  • DIVERSIDAD CORPORAL: la diversidad corporal es natural. Las personas necesitamos identificarnos con lo que vemos y escuchamos. Incorporar referencias positivas de personas gordas en medios de comunicación y difusión para reconocer su existencia.
  • ACEPTACIÓN Y RESPETO CORPORAL: romper con las normas establecidas por la cultura de dieta trabajando en generar un vínculo sano con el propio cuerpo desde el autocuidado y fomentando una buena relación con la comida. Dejar de recomendar dietas y hablar de alimentación de forma amplia, accesible y de calidad.
  • SALUD INTEGRAL: la salud más allá del peso. Hay que abordarla desde una perspectiva global e integrativa a todos los niveles y esferas con políticas y leyes sociales que cubran las necesidades psicoemocionales, inclusión social y laboral de las personas gordas, alejándonos del salutismo y pesocentrismo
  • ACTIVISMO GORDO: tolerancia cero. “In-formarse” y nutrirse con fuentes fiables y veraces de la realidad que viven y sufren las personas con sobrepeso que, desde su experiencia y generosidad, comparten y reivindican lo que necesitan para dejar de padecer esta opresión para vivir libres y en paz. 

 

La gordofobia es un aspecto colectivo, no individual. Si vives en un cuerpo gordo tienes derecho a existir, a recibir un trato digno y respetuoso. Eres una persona con tu cuerpo, sea el que sea. Y punto.