La menopausia continúa siendo una etapa extraña para muchas mujeres en el mundo, al estar relacionada con el fin de la edad fértil. Afortunadamente, cada día somos más conscientes de que es una fase natural en la vida de la mujer y que, por diversas razones, nos puede ayudar en el autoconocimiento y empoderamiento. De hecho, puede ser una fase preciosa de tu vida, créeme.

En este artículo vamos a presentar las posibles manifestaciones en torno a la menopausia (síntomas), las etapas de la menopausia que podemos encontrar y cómo podemos afrontar y vivir esta fase de la vida de la manera más natural del mundo.

¿Qué es la menopausia?

El término menopausia se refiere a la pausa (cese) de la menstruación, por ello “meno”-“pausia”. Este cese de la menstruación no ocurre de la noche a la mañana, sino de forma paulatina. En general, nos observamos poco y creemos que cuando ya no viene la regla, “eso” es la menopausia. Y no.

La menopausia generalmente ocurre entre los 45 y 55 años. La fase previa, el cese de la menstruación y la fase posterior hasta el nuevo equilibrio, se denomina “climaterio”. En algunas mujeres el tránsito de sus ciclos menstruales habituales a la retirada final de la menstruación y estabilización de la nueva etapa puede llevar algunos años.

A medida que nos acercamos a los 40, los ovarios empiezan a “hacerse mayores” y van reaccionando menos a las señales hormonales que les llegan desde el cerebro, con lo cual liberan menos estrógenos a la sangre. Es como si los ovarios no se enteraran tanto de las órdenes de las hormonas FSH y LH que provienen de la hipófisis. Esto se debe a la disminución de receptores útiles que son los que reciben los mensajes de estas hormonas para crear estrógenos y progesterona.

Con la disminución paulatina del nivel de estrógenos en el cuerpo, se van percibiendo algunos síntomas o cambios.

Menopausia: síntomas

La menstruación solo “se va de repente” por una intervención quirúrgica o un tratamiento farmacológico: es decir cuando se crea artificialmente un cese de la menstruación.

Hay mujeres para las que los cambios en una menopausia natural pasan totalmente inadvertidos o con algunos cambios más o menos molestos. Sin embargo, del mismo modo que cuando aún somos niñas poco a poco el cuerpo empieza a cambiar y en un momento determinado llega la primera menstruación (menarquía), la retirada de la menstruación, se suele producir junto con unos cambios paulatinos, como por ejemplo:

  • Cambios en la duración del ciclo menstrual
  • Cambios en la cantidad y número de días
  • Sofocos o acaloradas
  • Sudores nocturnos
  • Cambios vaginales
  • Cambios en la piel
  • Infecciones urinarias o de la vejiga
  • Debilidad de los huesos
  • Insomnio
  • Cambios en el estado de ánimo
  • Aumento de peso, cambio en la distribución de grasa corporal

Cómo reconocer los síntomas de la menopausia

Identificar estos cambios a veces puede resultar difícil. Estas son las manifestaciones más habituales de cada uno de los síntomas:

  • Cambios en la duración del ciclo menstrual

El ciclo se hace más corto, más largo, no se sabe cuándo va a venir... cambia el patrón “con respecto a antes”. Se puede notar que durante tres o cuatro meses no viene la menstruación y de pronto vuelve otra vez.

  • Cambios en la cantidad y número de días

Algunas mujeres sangran más, algunas sangran más y durante más días, otras casi no sangran.

  • Sofocos o acaloradas

Los sofocos son sensaciones de calor interno repentinas, a veces muy intensas, que generalmente se extienden por la cara y la parte superior del cuerpo. Aunque pueden ser muy molestos, los sofocos o acaloradas suelen durar unos pocos segundos o escasos minutos.

Pueden aparecer varias veces en un mismo día, o bien varias veces en la misma semana o en el mismo mes. Algunas mujeres los notan en días concretos del mes y los anotan en un calendario viendo un cierto patrón de frecuencia. Estos sofocos pueden aparecer con o sin sudoración, con o sin enrojecimiento de la cara.

Es muy importante ser conscientes de que a veces “los sentimos nosotras”, pero nadie se da cuenta... Durante el sofoco o acalorada el corazón se acelera y puede incluso asustarnos un poco. Por ello es esencial saber qué está pasando. No es la primera vez que alguna mujer se ha asustado al sentir su primer sofoco.

  • Sudores nocturnos

Estos son sofocos o calores específicos que te despiertan durante la noche. Sientes mucho calor de pronto, te despiertas, el corazón va más rápido, te destapas, a lo mejor empapada de sudor, dejas de sudar y se va el calor, y te quedas helada... Es como una broma del cuerpo, como si hubieran subido la calefacción de pronto. Los sudores y sofocos están también relacionados con el reajuste del sistema hormonal.

Tenemos que recordar que estrógenos, hormona tiroidea, cortisol y otras funciones orgánicas están coordinadas, y, ante el declive de los estrógenos el cuerpo, el cerebro y el sistema hormonal en particular está un poco liado.

  • Cambios vaginales

La mucosa y la pared vaginal se hace más fina y puede deshidratarse y ser menos elástica debido a la disminución de las hormonas estrógenos y progesterona. La sequedad y la menor elasticidad puede generar, cambio en la libido, incomodidad o molestias durante las relaciones íntimas.

  • Cambios en la piel

Se puede empezar a notar mayor sequedad, se notan más las marcas de expresión.

  • Infecciones urinarias o de la vejiga

Es posible que debas ir al baño más a menudo o que tengas infecciones urinarias o de la vejiga más frecuentes. Esto estaría relacionado con el cambio en las mucosas, la posible sequedad y la respuesta muscular.

  • Debilidad de los huesos

Los estrógenos facilitan la fijación del calcio en los huesos, hay que cuidarlos para evitar la osteoporosis posterior a la menopausia y para vivir fuertes muchos años.

  • Insomnio

Hay mujeres que se quejan de problemas para dormir. Notan dificultad para conciliar el sueño, se despiertan con facilidad o antes de lo que era normal para ellas.

  • Cambios en el estado de ánimo

Los cambios hormonales (incluso los que no son debidos a la menopausia) pueden causar ansiedad, irritabilidad o cansancio. Quizá antes tenías síndrome premenstrual y no lo sabías pero antes de cada menstruación te sentías irritable, más sensible y enfadada con la vida sin saber por qué.

Pues yo te lo digo: es (era) por la disminución del nivel hormonal entre otras cosas. Así que en la menopausia te puede ocurrir igual, hasta que el cuerpo se reequilibra. Poniendo consciencia es más llevadero.

  • Aumento de peso, cambio en la distribución de grasa corporal

Este punto lo he dejado para el final a propósito. Pero ¿qué son estas lorzas? Me dicen muchas amigas: ¡Yo no he hecho nada para merecer esto! Pues sí, así es. Lo entiendo: es solo cuestión del cambio hormonal.

Los estrógenos bajan y se nota un poco raro que nosotras también tenemos andrógenos. Es una cuestión de tiempo, de verdad, pero claro, algo hay que hacer. Te lo contamos a continuación.

Menopausia: ayudas naturales para cada síntoma

Existen ayudas naturales y de estilo de vida para vivir estos cambios con agradecimiento si me lo permitís por la nueva etapa de la vida. En muchas culturas, la menopausia es bien recibida porque significa que a partir de ese momento la energía empleada en la fertilidad se puede emplear en aumentar otra "fertilidad": la tuya. Muy importante en el mundo en que vivimos.

Sofocos en la menopausia: ayudas naturales

Se sabe que los sofocos ocurren porque el termostato del cuerpo se desajusta y el cerebro ante la duda de que haya frío o la sangre no esté llegando bien a alguna zona, crea ese calor y sudoración repentina.

Hay varios trucos para ayudarnos en este caso. El primero ya lo hemos nombrado: debes recordar que es muy posible que sólo tú te des cuenta de que tienes el sofoco pero puede hacer pasar un mal rato. Además:

  • La salviaes una de las hierbas más utilizadas desde antaño por su acción antisudorífica y ha demostrado beneficios en el caso de los sofocos debidos al cambio de la menopausia.
  • Algunos cambios en la ropa te pueden ayudar: evita la ropa ajustada y utiliza tejidos naturales que te permitan transpirar.
  • Es preferible llevar mas de una pieza de ropa en la parte de arriba que te permita acomodarte a la temperatura ambiente y que tu cuerpo se adapte mejor. Los pañuelos, chales, pasminas son un complemento muy útil.

Sequedad en la menopausia: ayudas naturales

En cuanto a la sequedad, flexibilidad de piel y mucosas, hay muchas cosas que pueden ayudar:

  • Una dieta rica en ácidos grasos (AG) omega 3, 6 y 7 –como los que están las semillas de lino o linaza, en el aceite de onagra o de borraja, o en el aceite de espino amarillo– aportan un patrón de AG que mejoran la hidratación y el control de inflamación.
  • Algunos productos en crema o gel de uso local –cómo los basados en la centella asiática– pueden ayudarte para aportar comodidad a tus relaciones íntimas. Tómatelo con sentido del humor… ¿te acuerdas cuando eras más joven de aquella vez que después de un fin de semana muy apasionado, tenías irritación y molestias? Pues ya sabes lo que dice el refrán… Dale la vuelta a la vida y vive con alegría esta nueva etapa.
  • Las isoflavonas de sojason una alternativa natural muy extendida para ayudar en general ya durante el tiempo de la premenopausia por su posibilidad de estimular los receptores para estrógenos. Sin embargo, en mi experiencia, las mujeres que han tenido o tienen de base algún desequilibrio que implique hiperestrogenia funcional, pueden no reaccionar bien a las isoflavonas y reaccionar mejor a los AG omega 6.
  • Piel y mucosas se cuidan de modo semejante, por ello, las recomendaciones en cuanto a ácidos grasos son igualmente importantes. Verifica cuál es tu fototipo para protegerte de radiación solar que pueda ser dañina. Es importante utilizar un ritual de cuidado e higiene adaptado a tu tipo de piel y sus necesidades.

Infecciones urinarias en la menopausia: ayudas naturales

En cuanto a la prevención de las infecciones de vías urinarias:

  • La higiene y el cuidado son muy importantes.
  • El aporte de probióticos y prebióticos en nuestra dieta ayuda a mantener un buen estado del sistema inmunológico en las mucosas.
  • No olvides beber agua, incorporar frutas, verduras, infusiones a tu día a día.
  • Tus ejercicios habituales pueden ahora tener un extra en el cuidado del suelo pélvico.

Debilidad en los huesos por la menopausia: ayudas naturales

También las ayudas naturales pueden ayudarte si sufres debilidad ósea durante la menopausia:

  • Incorporar minerales como calcio, magnesio y vitamina D puede ayudarte. Si escoges suplementos, escoge marcas de confianza. Para fijar bien el calcio a los huesos es especialmente importante hacer ejercicio.
  • Hacer ejecicio. Si has llevado una vida sedentaria, no es tarde. Hacer ejercicio no es solo pasear o estirar, que está genial… es también fortalecer tus músculos, y caminar a buen paso. ¿Sabes que el impacto del pie sobre el suelo se transmite a lo largo de los huesos de la pierna a la columna y esa vibración ayuda a fijar calcio en los huesos? Es como decirle a tu cuerpo: ¡oye, que necesito huesos fuertes!

Insomino en la menopausia: ayudas naturales

¿Insomnio en la menopausia? Toma notas de estas ideas:

  • Es interesante bajar el termostato de la calefacción por la noche, e incluso mantener la ventana un poquito abierta, aunque te parezca que hace frío, la renovación del oxígeno en la habitación te vendrá bien.
  • Usa tejidos naturales en tu ropa de cama y más de una capa para tener la opción de no tener que destaparte del todo. Los tejidos sintéticos no dejan transpirar la piel y promueven por sí mismos la transpiración.
  • Los extractos de amapola, melisa y espino blanco te pueden ayuda a dormir mejor, incluso a llevar mejor esos estados de ansiedad que se pueden tener durante el día.
  • Si te despiertas en mitad de la noche y sientes ansiedad, ponte música, estate segura de que tu cuerpo está acostumbrándose, no pasa nada malo. ¿Sabes? Algunas mujeres muy frioleras han agradecido bastante la llegada de la menopausia pues ya su relación con el frío ha cambiado. ¡Todo tiene su lado positivo!

Cambios de peso en la menopausia: ayudas naturales

De pronto ¿no te abrochan los pantalones o las faldas no parecen tuyas? No te preocupes, puedes hacer algunos cambios que te ayudarán:

  • Cambios en la dieta. Revisa si no estás tomando más carbohidratos de los que deberías y al menos durante un tiempo, disminuye el pan, arroz, cereales, maíz… y da importancia a las proteínas. No estoy diciendo que elimines los carbohidratos. Sigue con fruta y verdura, pero disminuimos las harinas (el almidón).
  • Aprende a controlar el estrés. Confía en que si haces las cosas bien y no saturas de preocupación y cortisol a tu cuerpo, eso de la cintura… desaparecerá, volverás a tu ser. Eso sí, 20 años no tenemos, amiga. Haz ejercicio que implique giros, mover las caderas y cintura, moverte en todas direcciones.
  • Ten en cuenta que puede que necesites una ayuda profesional en algún aspecto. La menopausia suele coincidir con cambios laborales, familiares... Si necesitas ayuda, no pasa nada, de verdad, no te sientas mal. Nos ponen y nos ponemos mucha presión. La menopausia es algo natural, y si te lo piensas… es un esfuerzo y energía que el cuerpo ha estado usando mes tras mes por si te quedabas embarazada y ahora… es para ti. Este hecho se valora en culturas ancestrales.

Embarazo en la menopausia, ¿es posible?

Ten en cuenta que en los primeros meses hasta que de verdad tienes la menopausia, ovular, puedes ovular. Por edad es más difícil quedarse embarazada, pero no imposible. Si tienes dudas, un análisis y consulta en ginecología te ayudará.

Una segunda juventud para las mujeres

Te propongo una reflexión: en torno a los 50 las mujeres vivimos ya lo que llamamos una segunda juventud. Es un momento muy especial, para ti, con tu sabiduría, tu experiencia de vida, con todo lo que queda por vivir. Por ello, cuídate, por dentro y por fuera.

  • Mantén relaciones sociales, sigue aprendiendo, mantén viva la llama de la curiosidad.
  • Di “no” a estar quieta. Hay muchas actividades que posiblemente querías hacer y no has podido hacerlas por las demandas de la vida, lo lógico. ¿Y ahora? ¿Qué te impide ser la maravillosa mujer que eres? Luce, vive.