Si nos ponemos frente al espejo seguro que somos capaces de apreciar algunas señales en el iris, más allá de su color: líneas, pequeñas manchas o quizás alguna zona más clara.

Algunos de estos signos carecen de valor, pero existen otros que, según su forma y ubicación, pueden proporcionar información valiosa sobre uno mismo.

En efecto, según la iridología, a través del iris es posible observar lo que mejor le sienta y la futura evolución de su salud.

Y para el método Rayid, el ojo dice mucho del carácter y la herencia emocional. Iridología y método Rayid proporcionan un diagnóstico preciso, rápido, fiable y sin agresiones, siempre que sea manejado por profesionales bien formados y con amplia experiencia.

Qué es la iridología: ojos y salud

Para la iridología, el iris es una ventana abierta al interior del organismo.

Al interpretar sus señales los especialistas pueden evaluar la constitución de una persona, reconocer sus puntos débiles, valorar el estado de diferentes órganos e incluso diagnosticar enfermedades.

Y es que si bien hay señales en el iris que vienen determinadas desde la etapa embrionaria y permiten detectar debilidades heredadas, otras se han ido añadiendo a lo largo de la vida.

A través del sistema nervioso la información de lo que sucede en todos los órganos llega a las terminales del iris, lo que provoca la aparición de marcas que aportan datos sobre el estado de salud del individuo.

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Hay signos que se ven con facilidad, como los que corresponden a la parte circulatoria o cutánea, pero el método no es infalible y, por ejemplo, en el caso de tumores en fase inicial es difícil apreciar marcas concretas en el iris. Como en todo, hay casos muy claros y otros decepcionantes.

"Al examinar el iris de una persona que venía acompañando a un paciente de toda la vida, le dije enseguida que se hiciera un TAC porque se veía claramente una señal de defecto pulmonar. No tenía síntomas, sólo notaba cierto cansancio, pero se hizo la prueba y le detectaron un tumor. Afortunadamente se operó y consiguió recuperarse", recuerda el Dr. Sagrera Ferrándiz.

"Esto ocurre en contadas ocasiones y es espectacular, pero puede suceder lo contrario: ante unos síntomas concretos, el iris a veces no indica nada, porque la afectación neurológica no es suficiente, o porque a veces se ve y a veces no", reconoce.

¿Cómo se analiza el iris?

Los iridólogos utilizan un mapa iridológico en el que se sitúan los diferentes órganos y sistemas del organismo.

De todas formas, los expertos coinciden en afirmar que este mapa ha de emplearse con relativa flexibilidad, pues muchas veces es muy difícil localizar un punto exacto en el iris del individuo. Es una herramienta más, pero no la primera ni indispensable a la hora de mirar el iris.

Como señala el Dr. Sagrera Ferrándiz, "el potencial del iris es muy amplio, pero hay gente que lo mira y se dedica a decir, simplemente, por ejemplo, que alguien tiene el hígado mal. Y no es así. Hay que valorar a la persona en conjunto".

Como sucede con la iridología, el método Rayid ha desarrollado un mapa especial del iris pero en lugar de áreas corporales reflejas presenta determinados patrones de comportamiento

Ambas disciplinas utilizan, básicamente, una lupa de entre dos y cuatro aumentos y una buena iluminación. Además, algunos iridólogos se sirven de cámaras fotográficas que "permiten tener un fichero exacto de signos con el que comparar los cambios observados en el tiempo", explica el Dr. Berdonces.

Las diferentes constituciones según la iridología

A la hora de realizar el diagnóstico, ambas disciplinas establecen una tipología básica en función que la cual clasifican a los pacientes.

Según a cuál se pertenezca, la tendencia a enfermar, e incluso a sanar, será distinta.

De esta clasificación se derivan subtipos y a partir de ella se analizan otros signos, que ayudan a valorar el grado de evolución del desorden o desequilibrio sospechado: densidad de las diferentes capas del iris o incluso si falta alguna , manchas, anillos, rayos solares...

Así, el iridólogo se fija en la densidad y la estructura general del iris para fijar su tipo o constitución.

  • Constitución linfática. Propia de los iris azules. verdes y grises. Sus enfermedades más comunes son reactivas (inflamaciones o alergias), como asma, eccemas, jaquecas y catarros. Tienden a padecer inflamaciones de tipo reumático.
  • Constitución hematógena. Común en iris marrones y castaños. Hay propensión a las enfermedades vasculares por viscosidad de la sangre, obesidad, problemas de hígado, digestión lenta, espasmos, calambres y trastornos emocionales.
  • Constitución mixta. Pertenecen a ella las personas cuyos iris presentan características de los dos grupos anteriores. La tendencia patológica vendrá dada por los caracteres predominantes de una u otra constitución.

Hasta los cuatro o cinco años la pigmentación del iris no adquiere su tonalidad definitiva, por lo que un estudio iridológico solo es fiable a partir de esta edad.

En todo caso, hay veces en que el iris presenta signos importantes sin que el niño padezca ninguna enfermedad. En esas ocasiones, resulta conveniente realizar un estudio familiar para observar si esas debilidades son heredadas.

Tipos de iris para el método Rayid

El método Rayid intenta establecer un patrón constitucional común a personas con determinada tendencia psíquica o de carácter.

"Si miramos detenidamente el iris del ojo, vemos que la fibra tiene pequeños puntos oscuros (joyas), rayos de luz (arroyos) o aperturas redondeadas (flores)", explica el terapeuta Enric Sanmartín.

Así, según predominen más unas u otras señales, según cuál sea su localización precisa y las variaciones entre el ojo izquierdo y el derecho, los terapeutas son capaces de explicar cómo es una persona y por qué se comporta de una determinada manera.

  • Joya. Caracterizado por la presencia de manchas o pigmentos. Son personas que perciben el mundo a través de su capacidad de concentración y de análisis. Son, por tanto, de naturaleza "mental".
  • Flor. La textura del iris presenta aberturas en forma de pétalos. Denota una personalidad cambiante. Corresponde a individuos espontáneos, extrovertidos, sentimentales...
  • Arroyo o río. Se llama así por la presencia de signos radiales, que van desde la pupila hacia el borde del iris. La característica principal de este grupo de personas es la sensibilidad, por lo que son muy receptivas a cuanto les sucede.
  • Mezcla. Presenta una malla de fibras enrevesadas y entrelazadas. Se puede presentar como una combinación de los tipos joya y flor, de los que toma sus características psíquicas. Eso los convierte, por lo tanto, en personas dinámicas y a menudo extremistas, que deben trabajar para equilibrar sus energías opuestas.

Además, este método se fija sobre todo en la disposición de la corona del iris, que determina la relación con el prójimo. Si se sitúa a más de un tercio de distancia radial de la pupila, hay una tendencia a la extroversión. Por el contrario, si la corona está contraída respecto a su posición usual, denota una tendencia a la introversión.

Por último, identifican el iris dominante, es decir, el más expresivo, que tiene más signos o una corona más irregular. Si la dominancia es derecha, se atribuye mayor influencia paterna a la persona, mientras que si es izquierda, predominan las características maternas.

El método Rayid se demuestra efectivo entendiendo por qué los niños se comportan de determinada manera y señalando qué influencias pueden haber heredado de sus progenitores. El método se basa en los estudios de familias, a los que acuden padre, madre e hijos. Al igual que la iridología, estudia a niños a partir de los cuatro años.

¿Para qué sirve el análisis del iris?

El método Rayid ha demostrado su eficacia para diagnosticar la personalidad de cada individuo, de forma profunda, rápida y con bastante más agilidad que otras psicoterapias, y también sirve para proporcionar al paciente una base segura con la que iniciar un proceso terapéutico que le llevará a equilibrarse y a mejorar su vida.

Por su parte, la iridología resulta muy eficaz en el aspecto preventivo porque permite detectar debilidades heredadas. Así, antes de que aparezca la enfermedad, la persona ya sabe cuáles son puntos críticos y cómo cuidarlos. También es útil para determinar la capacidad de regeneración de cada persona.

Sin embargo, ninguna de estas disciplinas es una ciencia exacta y tienen, por tanto, limitaciones que deben ser aceptadas. Si algo tienen claro los iridólogos es que un diagnóstico exclusivo por el iris, por muy completo que sea, tiene poco valor.

"Si no se acompaña de una historia clínica correcta y de métodos de diagnóstico complementarios que confirmen las tendencias detectadas en el iris, entraríamos en el terreno de la adivinación o la mera intuición y sería un error grave", avisaba el Dr. Josep Lluís Berdonces ya en la presentación de su libro sobre iridología.

Diagnósticos del iris: eficaces pero no infalibles

En este sentido, el Dr. Jordi Sagrera Ferrándiz, médico e iridólogo, es muy claro: "a una persona se le puede decir si tiene un problema circulatorio general, no si está a 268 de colesterol, ni si es colesterol o triglicéridos. Es la constitución de la persona, sus puntos débiles, lo que se ve a través del iris".

Por su parte, el Dr. Josep Lluís Berdonces, médico naturista, especialista y profesor de iridología, insiste en que "siempre se observan signos que indican tendencias o probabilidades hacia determinados problemas, pero nunca podremos aseverar categóricamente que una persona ha de padecer una determinada patología".

El estudio del iris es una poderosa herramienta de diagnóstico que, sin embargo, y como lamenta el Dr. Sagrera Ferrándiz, no merece ningún respeto por parte de la medicina alopática, "cuando podría ser una ayuda inestimable para el médico internista o generalista, tal y como ya lo es para el naturista".

Nada en el iris está dispuesto al azar; por el contrario, los ojos revelan mucha información a través de sus colores, formas y patrones.

Para los especialistas en Rayid, "lo que se ve en los ojos no son casualidades sino fruto de conexiones con nuestro árbol genealógico", explica Gemma Esclusa, maestra y terapeuta de Rayid.

De ahí que resulte un sistema eficaz para entender cómo el carácter humano se transfiere y se modifica de generación en generación. "El iris es eficaz para conocer aquello a lo que no encontramos explicación, por ejemplo un miedo que no sabemos de dónde viene, una ansiedad que no nos deja vivir...", continúa Gemma.

El método Rayid también es útil para comprender a los hijos o la pareja. Es el caso de Marta, una treintañera casada y con una hija, que probó el método por problemas con su pareja.

"Descubrimos cosas de cada uno y del otro que nos ayudaron a comprendernos mejor y entender por qué actuábamos como lo hacíamos y a iniciar el camino de la reconciliación. El método nos ha enriquecido", comentan.

Una vez hecho el diagnóstico

Una vez realizado el estudio del iris, el médico recurrirá a otras técnicas para llegar al diagnóstico completo y encauzar el tratamiento más adecuado, que puede incluir pautas dietéticas, plantas medicinales, homeopatía...

Por su parte, el método Rayid es un método muy útil para conocerse mejor que después puede recomendar unas herramientas beneficiosas según el caso.

"Hay veces que se aconseja hacer yoga, otras se deriva al psicólogo, al homeópata o, por qué no, al gimnasio", explica Enric Sanmartín.

En este caso, resulta fundamental que la persona ponga todo de su parte para recuperar el equilibrio; de lo contrario, no sirve de nada.

"Puedes trabajar para equilibrarte, no para cambiarte. Si tienes un abuelo que fue abandonado y su influencia genética es directa, la sensación de abandono viene hacia ti y repercute a nivel laboral, en las relaciones de pareja... Se trata de entender por qué sucede y encontrar el camino para trabajarlo", concluye Enric Sanmartín.

Una vez instaurado el tratamiento oportuno el iris apenas cambia. "Si una persona tiene un problema digestivo, esa marca siempre estará ahí porque es un punto débil que hay que cuidar", explica el Dr. Sagrera Ferrándiz. "Lo máximo que puede suceder es que algunas marcas se aclaren un poco, incluso el color del iris, pero nada más".

De todas formas, cambie o no, lo que es seguro es que el método Rayid y la iridología han logrado resultados sorprendentes que ya han ayudado a muchas personas.