¿Sabes qué es el peróxido de hidrógeno? Tal vez te suene más el nombre de agua oxigenada, esa sustancia que está en prácticamente todos los botiquines y que, al ponerla en las heridas, hace que salga una espuma blanca efervescente.

El peróxido de hidrógeno, no obstante, tiene muchos otros usos más allá de la desinfección de heridas, algunos de ellos sorprendentes.

¿Qué es el peróxido de hidrógeno o agua oxigenada?

El peróxido de hidrógeno (o agua oxigenada) es un compuesto químico formado por dos átomos de hidrógeno y dos átomos de oxígeno (H2O2). Es, por lo tanto, una molécula similar al agua (H2O), pero con un átomo de oxígeno extra (H2O2).

Es un poderoso agente oxidante, lo que hace que resulte muy efectivo como desinfectante y blanqueador.

Suele venderse en formas diluidas para uso doméstico (normalmente al 3%, es decir, con un 97% de agua y un 3% de peróxido de hidrógeno), aunque también existen productos con concentraciones más fuertes para aplicaciones industriales (hasta el 90%). Debe usarse con precaución, especialmente las formas concentradas, porque pueden ser corrosivas y causar quemaduras u otras lesiones.

¿Para qué sirve el peróxido de hidrógeno?

La desinfección de heridas era, tal vez, el uso más conocido del peróxido de hidrógeno. No obstante, algunos estudios apuntan a que su uso para este fin podría ser contraproducente (especialmente en las heridas más profundas), pues puede irritar la piel y, por lo tanto, evitar que las heridas cicatricen.

Este mismo motivo es el que hace que muchos tampoco lo recomienden para el tratamiento del acné o como enjuague bucal (más allá de una situación de emergencia y bien diluido en agua).

Entre los usos más conocidos del peróxido de hidrógeno o agua oxigenada están:

  • Esterilización de superficies: el peróxido de hidrógeno es un limpiador eficaz que se utiliza para desinfectar superficies debido a su capacidad para matar bacterias, virus y otros microorganismos. Suele usarse como desinfectante en hospitales, laboratorios y entornos industriales. De hecho, durante la pandemia de Covid-19 se usó en concentraciones de entre el 3% y el 6% para desinfectar respiradores artificiales, telas y endoscopios.
  • Decoloración del cabello: el peróxido de hidrógeno es un poderoso agente blanqueador que se usa para aclarar el cabello. Además, se usa en algunos tintes y productos para la permanente o el alisado del cabello y en otros productos de belleza.
  • Para eliminar manchas de la ropa, de los colchones o de otros tejidos. También puede usarse para eliminar el tono grisáceo o amarillento de la ropa blanca.
  • Blanqueamiento de los dientes: se usa en tratamientos profesionales de blanqueamiento dental y también es un ingrediente de blanqueantes dentales de uso doméstico (pastas de dientes, kits de blanqueamiento...), a una concentración menor. No es aconsejable utilizar el agua oxigenada que tenemos en casa para blanquear los dientes porque podría provocar daños en el esmalte y quemaduras en las encías.
  • Para la desinfección de frutas y verduras hay que utilizar una concentración muy baja (máximo al 3%), diluirla en abundante agua y posteriormente enjuagar bien los alimentos antes de comerlos o cocinarlos.
  • Para eliminar y controlar plagas en las plantas del huerto y el jardín. El peróxido de hidrógeno se descompone en agua y oxígeno, lo que lo convierte en una alternativa más ecológica que otros pesticidas. Puedes usarlo en un pulverizador a una concentración menor al 3% y bien diluido en agua.
  • En la fabricación de papel y textil para blanquear la pulpa de celulosa y los tejidos.
  • Tratamiento de aguas residuales, para ayudar a descomponer los contaminantes orgánicos y eliminar los olores.
  • En la industria alimentaria, el peróxido de hidrógeno se usa para esterilizar y desinfectar equipos de envasado de alimentos y también para blanquear algunos alimentos como el pollo o algunos quesos.