La helioterapia visual directa ha sido una práctica muy antigua, común a muchas medicinas tradicionales, como la persa, la maya, la egipcia o la védica.

Tiempo atrás, la actualizó en Francia bajo el nombre de surya-yoga o yoga del sol el filósofo búlgaro Mikhael Aivanhov, debido a su acción relajante y al mismo tiempo estimulante sobre el organismo. 

Beneficios de la helioterapia visual sobre el organismo

Entre los múltiples efectos beneficiosos de este "yoga del sol", destacan los relacionados con un aumento de la energía y el rendimiento en general:

  • Aumento del dinamismo y de la capacidad de trabajo.
  • Mayor sensación de tranquilidad.
  • Mayor capacidad de concentración.
  • Aumento de la vitalidad y del entusiasmo general.

Parte de esos efectos se deben a la acción de un pigmento de la retina llamado criptocromo, que actúa como regulador no solo del ritmo circadiano, sino también de la temperatura corporal, la presión arterial y la potencia intelectual.

Asimismo,  la acción de la luz tiene relación directa con la regulación de varios neurotransmisores y hormonas, como son la melatonina, hormonas tiroideas, cortisol y endorfinas, que influyen en el estado de ánimo y la actividad que desempeñan los seres vivos. También ayuda a la relajación y modifica el sistema endocrino.

Este hecho la convierte en una técnica especialmente efectiva para tratar enfermedades hormonales del tiroides y alteraciones del ciclo menstrual, así como estados depresivos como el trastorno afectivo estacional.

Otra de sus ventajas es que se trata de una práctica sencilla, que está al alcance de cualquiera.

Cómo se realiza el baño de sol en los ojos

El baño de sol en los ojos es una técnica de helioterapia visual que se puede realizar en diferentes momentos del año: cuando el sol calienta agradablemente en invierno, o en verano cuando el sol no calienta, mejor al amanecer o en las primeras horas de la mañana.

Para realizarlo, debemos sentarnos en una postura cómoda de cara al sol:

  1. Cierra los ojos y deja que la luz incida directamente sobre tus párpados.
  2. Empieza por periodos muy cortos, de 5 minutos de duración.
  3. A medida que pasen los días, podrás ir aumentando el tiempo de forma progresiva: el segundo día 5 minutos más, y así sucesivamente, hasta llegar a los 20 minutos por día como máximo.
  4. Mientras se practica este baño de sol en los ojos, es aconsejable pensar en algo agradable o simplemente vaciar la mente de pensamientos y concentrarse en sentir la sensación sobre los párpados.

Si al principio molesta mucho la luz aún a pesar de tener cerrados los párpados, puedes utilizar gafas de sol, aunque es preferible no hacerlo.

No conviene abrir los ojos para evitar el riesgo de que pudieran producir quemaduras en la retina (escotomas).

Recuperar la conexión con el sol para mejorar el ánimo

Nuestro cuerpo está preparado para estar en contacto con los elementos naturales: el sol, el aire, la tierra y el agua. Pero la realidad actual es que vivimos limitando ese contacto, y realizando exposiciones periódicas a veces no regulares.

Desde el punto de vista médico se realizan recomendaciones y contraindicaciones a menudo contradictorias, lo que genera confusión. Si alguien quiere saber la importancia del sol para la vida, solo le recomiendo que durante unos días contemple el amanecer, probablemente no necesitará más explicaciones.

El amanecer es el momento ideal para despertar y levantarse. A nivel terapéutico, si observamos el amanecer, veremos cómo de pronto el azul profundo de la noche da lugar a una amplia gama de colores: todo el espectro ejerce una acción sobre nosotros, es una cromoterapia natural, que captamos a través de los ojos y de la piel.

En cuanto amanece las plantas absorben el anhídrido carbónico de la atmósfera y desprenden oxígeno, y las células cerebrales se dan cuenta de ese cambio provocando reacciones en cadena de liberación de neurotransmisores, que producen una agradable sensación interna de bienestar. Por ello ver la luz del sol y respirar al amanecer se utiliza para mejorar depresiones.

2 ejercicios para realizar al amanecer

Como práctica, recomiendo dos opciones:

  • Levantarse y esperar la salida del sol sentado, en una postura cómoda, de meditación (si se mira directamente al sol, conviene utilizar gafas de sol).
  • Si hace frío, hacer el ejercicio de yoga saludo al sol: Suryanamaskar. Ayuda a preparar y calentar el ruerpo, y aumenta los beneficios del amanecer.

Para qué sirve la helioterapia

La helioterapia es la utilización de la radiación solar con fines terapéuticos. Se recomienda en casos de astenia física o psíquica, reumatismo, psoriasis, recuperación de fracturas, anexitis, raquitismo, tratamiento de quemaduras e ictericia neonatal.

Pero también puede practicarse con fines preventivos: se ha comprobado que aumenta el rendimiento y disminuye la aparición de lesiones deportivas, resfriados y agujetas.

En estas curas es preciso considerar el medio en el que se practican. El clima de montaña es rico en radiaciones directas y ultravioletas; en el marítimo predominan las radiaciones reflejadas y difusas, ambas ricas también en ultravioletas y pobres en infrarojos.

Pueden practicarse todo el año, siendo su eficacia incluso mayor en invierno, al ser el organismo más receptivo y la atmósfera más rica en radiación difusa