El ser humano y los animales se alimentan de vegetales que no existirían si no recibieran la luz solar y realizaran la fotosíntesis. Si de repente el sol dejara de brillar, de aportar luz y calor, rápidamente el planeta quedaría congelado e inerte.

A partir de la constatación de que la luz mantiene la vida, podemos preguntarnos, como hicieron muchos pueblos de la antigüedad, si del mismo modo los rayos solares podrían servir para mantener la salud y curar enfermedades. En este sentido, los baños de sol (helioterapia) formaban parte tanto de la medicina grecolatina, la china o la india (ayurveda).

¿Qué es la cromoterapia?

La cromoterapia es una terapia complementaria que utiliza los colores para actuar sobre el  organismo de diferentes manera y mejorar el equilibrio entre el cuerpo y la mente. 

Cada color ejerce una función terapéutica diferente y puede ser aplicada mediante una diversidad de instrumentos. 

Primero, luz natural

Actualmente muchas personas se exponen menos a la luz natural que a la que procede de lámparas y pantallas de ordenador y teléfono móvil. Esto supone un estrés para el organismo y puede llegar a perjudicar la salud. La luz del sol es necesaria para sintetizar la vitamina D e influye sobre la producción de hormonas como la melatonina y la serotonina, que regulan los ritmos biológicos y el estado de ánimo.

Por eso, conviene dar paseos al aire libre siempre que se pueda, aprovechar al máximo la luz que viene de las ventanas y hacer pausas en el trabajo para salir al exterior. 

Cada color, una vibración

Además de los rayos solares, la simple luz puede influir sobre el organismo. La luz se caracteriza por la energía de sus fotones (partículas) y por las frecuencias de sus ondas. Forma parte del espectro visible electromagnético en el que, dependiendo del número de vibraciones, aparecen siete colores: rojo, naranja, amarillo, verde, azul, añil y violeta, que se observan en el arcoiris o al refractar la luz a través de un prisma transparente. Hay también, si se puede decir así, «colores invisibles»: el infrarrojo y el ultravioleta.

Propiedades psicológicas de los colores

Cada color presenta un influjo psicológico peculiar:

• El azules refrescante y relajante, nos invita a adentrarnos en él (centrípeto). Es la longitud de onda dominante en la luz del sol de primera hora de la mañana. Por ello no es conveniente durante la noche, pues disminuye la secreción de melatonina por la glándula pineal. 

• El rojo es energizante, parece ir a nuestro encuentro (centrífugo). Una luz roja ayuda a regular el ritmo día/noche (circadiano) y a prepararse para dormir.

• El amarillo y el naranja, colores del sol, levantan el ánimo. 

• Los tonos violáceos, por su parte, transmiten quietud, calma. Basta con pasar por la frente un rayo de luz violeta para que a los pocos minutos un bebé insomne recupere el sueño. 

• El verde, color de la naturaleza, se sitúa en la parte media del espectro y resulta equilibrante. 

principales indicaciones de la cromoterapia

Lo que se conocía acerca de la luz y los colores, ya desde la antigüedad, está siendo comprobado por la actual investigación científica. Pioneros de la cromoterapia como Edwin Babbitt o Dinshah Ghadiali se veían limitados a usar bombillas poco potentes y vidrios coloreados. Ahora disponemos de sofisticadas lámparas y aparatos que potencian los efectos de la luz sobre cuerpo y mente. 

Luz solar

Con su intensidad y color, la luz solarpuede ser reproducida por lámparas que ayudan a combatir el llamado trastorno afectivo estacional con tendencia a la depresión, que suele darse en países con poca presencia del sol durante buena parte del año. Otras indicaciones son el jet-lag y las alteraciones del sueño. 

Luz azul

La luz azul se usa sobre todo para tratar el acné, la psoriasis y las cicatrices. La longitud de onda de 450 a 490 nm puede penetrar hasta la sangre y se usa para tratar la ictericia neonatal o el síndrome Crigler-Najjar por su capacidad para descomponer la bilirrubina hepática. También es útil para tratar las manchas oscuras en la piel causadas por el envejecimiento. La luz azul también mejora el estado de ánimo y el sueño. 

Luz roja

Es utilizada por la agencia espacial de los Estados Unidos (NASA) para estimular el metabolismo celular de los astronautas, pues la luz roja aumenta la energía (mayor producción de ATP por las mitocondrias), la oxigenación celular y la circulación sanguínea. La NASA también utiliza la luz roja para acelerar la curación de las heridas. Además reduce las hormonas del estrés y los procesos inflamatorios en general, lo que disminuye el riesgo de diabetes, cáncer y enfermedades degenerativas, entre otras enfermedades. 

Rayo láser

La luz modificada de manera que los fotones se emiten de forma polarizada y coherente, a diferencia de la luz ordinaria, puede utilizarse como un preciso bisturí en cirugía. 

El láser frío o de baja intensidad se aplica en terapia de fotobiomodulación en el tratamiento con éxito del dolor, la hinchazón y la rigidez matinal en las articulaciones de pacientes con artritis reumatoide, según una revisión de estudios publicada en la Biblioteca Cochrane. Este tipo de láser no es peligroso y no produce efectos secundarios. También está indicado en problemas como la pérdida de calidad de visión por degeneración macular, alteraciones dermatológicas y neurológicas, ansiedad y depresión. 

Cromopuntura

En la cromopuntura se usan lámparas que emiten luz sobre los puntos energéticos, siguiendo la teoría de los meridianos de la medicina china. Según el acupuntor Peter Mandel, los colores cálidos (rojo, naranja y amarillo) estimulan el flujo de la energía, y los colores fríos (azul, verde y violeta) la reducen, mientras que la aplicación de los dos tipos de colores equilibran el yin y el yang.

Ponerse gafas de colores altamente saturados es la idea del doctor Alexander Wunsch, que también ha diseñado una linterna de bosillo con la que se puede proyectar luz de color sobre los ojos cerrados o sobre la piel de las zonas que se deseen tratar.  

Luz verde

Exponerse a una luz verde puede reducir el dolor crónico hasta en un 60%, según una investigación de la Universidad de Arizona, publicada en la revista Pain.

Los estudios en animales han demostrado que los efectos beneficiosos pueden durar hasta nueve días. «Mirar la luz verde parece conducir a un aumento en la producción de encefalinas, sustancias químicas similares a los opioides que eliminan el dolor. Y reduce la inflamación, que desempeña un papel en muchas afecciones con dolor crónico», asegura el doctor Mohab Ibrahim.

Aunque hacen falta más estudios con personas, en principio, exponerse una o dos horas todas las noches a la luz verde (525 nm), ya sea usando una lámpara o gafas con filtros ópticos polarizados, puede disminuir el dolor causado por la fibromialgia o la migraña, por ejemplo.

terapias que usan la luz y el color 

Existen diferentes terapias complementarias que utilizan la luz de color como medio para favorecer la recuperación de la salud física y mental.  

Sensora

Creada por el físico Anadi Martel, esta terapia utiliza una pantalla curva donde se proyecta un flujo de colores, combinado con música y vibración de la butaca. Se trata de una experiencia sensorial holística e inmersiva que se puede utilizar para favorecer la relajación, mejorar el estado de ánimo o aumentar los niveles de energía y atención. 

Solarización

Es una terapia con luz que cualquiera puede realizar. Consiste en exponer durante unas dos horas agua a la luz del sol a través de un vaso o una botella de cristal, que puede ser de diferentes colores para dotar al agua con distintas propiedades, explica Karl Ryberg, experto en fotobiología, en su libro Ilumina tu vida (editorial Roca).

Spectro-chrome

Es un método terapéutico desarrollado por el ingeniero Dinshah Ghadiali en la década de 1920. Mediante unos filtros de cristal, se proyecta luz de los colores relacionados con el chakra y el órgano que se desea tratar. Muchas cromoterapias actuales se basan en este sistema. 

Syntonic

El optometrista Harry Spitler fue el primero en proyectar luz coloreada sobre los ojos de sus pacientes en el primer tercio del siglo XX. Desarrrolló la fototerapia Syntonic, que actualmente es popular en Estados Unidos. Se utiliza para tratar los problemas visuales relacionados con traumatismos craneoencefálicos. Además, reduce la incomodidad visual y mejora la capacidad de atención.