Cuando hablamos de terapias integrales, hablamos de tratamientos que no solo abarcan un dolor como síntoma, sino la persona que está detrás. Una de esas terapias es la osteopatía y, más concretamente, la osteopatía integral u holística, que puede ayudar ante una gran variedad de lesiones, dolores y trastornos.

En este artículo veremos qué es la osteopatía y, más concretamente también, la osteopatía holística, que considera indisociable el trabajo sobre la estructura, las vísceras y las fascias con el trabajo sobre las emociones. 

Qué es la osteopatía, una terapia natural holística

Cada cuerpo expresa hacia fuera lo que pasa en su interior y tiene su propio lenguaje para comunicarse con nosotros. Puede hacerlo a través de, por ejemplo, un dolor de espalda, una rodilla que se queja, una tripa hinchada, etc. Depende de nosotros mismos si queremos escucharlo e interpretar esas señales.

La medicina alopática no ha cesado en dividir al cuerpo humano y fraccionarlo en diferentes partes y especialidades. Ha perdido la visión del cuerpo en conjunto y de la persona en sí.

Por eso, cada vez más terapias naturales quieren ofrecer una perspectiva holística (del griego holos, todo, entero), en la que cada realidad se concibe como un todo, distinto de la suma de las partes que lo componen.

La osteopatía holística tiene en cuenta las diferentes estructuras del cuerpo humano (su esqueleto y diferentes tejidos, sus órganos y vísceras, y el cráneo con el sistema nervioso), la interrelación entre ellas para ver la totalidad y al individuo que la habita.

Los objetivos son buscar el origen de la problemática a tratar y, al mismo tiempo, realizar un trabajo de prevención de futuras lesiones o enfermedades.

En qué se basa la osteopatía

La osteopatía como terapia complementaria se basa en cuatro principios fundamentales:

  1. El cuerpo es una unidad: Una restricción de un movimiento en una articulación, una contractura o una congestión, por ejemplo, se reflejarán en otras partes del cuerpo, pues todas están relacionadas e interconectadas.
  2. "La arteria es suprema": con esta expresión los osteópatas quieren decir que el flujo sin impedimentos de los fluidos corporales es indicador de buena salud. Cuando se produce un estancamiento de cualquier líquido aparece una disfunción.
  3. La estructura gobierna la función: en este caso "estructura" se refiere al sistema musculoesquelético y "función" a la fisiología de cada zona. Existe entre ambas una relación interdependiente, por lo que las alteraciones en la estructura pueden llevar a defectos funcionales y viceversa.
  4. El cuerpo se autorregula: El cuerpo cuenta con mecanismos para la autocuración. Según este principio, las lesiones crónicas se producen cuando las capacidades de autocuración del organismo se ven comprometidas.

Para qué sirve la osteopatía

La efectividad de la osteopatía holística radica en su profundo conocimiento sobre el funcionamiento del cuerpo y en su capacidad de acompañarlo hacia el restablecimiento del equilibrio.

No solo reduce el dolor y mejora las lesiones o condiciones limitantes, sino que aborda la causa que los ha generado, por lo que favorece una salud óptima y no solamente un estado asintomático.

La osteopatía permite al cuerpo alcanzar una armonía global, devolviendo la movilidad a aquellas estructuras que por diversas causas la habían ido perdiendo. De esta manera, el organismo se vuelve mucho más eficiente a la hora de solventar los problemas por sí mismo.

El osteópata siempre intenta determinar qué es aquello que desestabiliza a la persona, es decir, el origen de la patología.

Imaginemos por un momento que al llegar a casa encontramos un charco de agua en la cocina. Llamamos al fontanero y nos dice que sequemos el agua cada vez que aparezca y se va de nuestra casa sin buscar el origen de la fuga.

Sin embargo, cuando sentimos un dolor musculoesquelético que ha aparecido de forma no traumática, la medicina convencional solo trata la molestia (el charco, en definitiva) y no su causa.

Para el osteópata, la inspección, evaluación y entrevista iniciales son primordiales, y cada paciente es un caso único.

Un dolor típico de cuello, por ejemplo, puede proceder tanto de un problema en una articulación como de una alteración visceral en torno al estómago. Esto es posible porque se producen compensaciones y distintas partes del cuerpo comparten inervaciones nerviosas.

Jean-Pierre Barral

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Por otra parte, un dolor de cadera o espalda puede aparecer por un mal apoyo del pie, debido a un esguince mal curado. Ante las lesiones, el cuerpo hace adaptaciones en la postura para poder mantener su funcionalidad y sufrir menos dolor. Si estas adaptaciones no se corrigen, pueden desencadenar nuevas disfunciones o lesiones a largo plazo.

Por tanto, solo se puede descubrir la verdadera causa a través de un examen concienzudo del paciente. Para hallarla es imprescindible que el paciente explique cualquier percepción o cambio experimentados en el cuerpo.

Somos quienes habitamos nuestro cuerpo y, en consecuencia, los que mejor nos conocemos.

Qué hace un osteópata y qué patologías trata

Los osteópatas no solo tratan problemas musculoesqueléticos. Cada vez más pacientes acuden a nosotros por estreñimiento, cefaleas, dismenorrea, infertilidad, cólicos en los bebés, patologías en niños y un largo etcétera.

Es así porque la visión holística de la osteopatía consigue acompañar a las personas, sea cual sea el problema, hasta llegar a un estado de salud que se autorregule y que prevenga futuras lesiones.

La labor del osteópata es descubrir puntos de desequilibrio entre los diferentes sistemas y trabajarlos para que el propio cuerpo pueda resolverlos gracias a sus mecanismos de autocuración.

Se trata de un trabajo en común entre el paciente y el osteópata, quien le guía en el camino de reconstrucción del bienestar.

Cualquiera puede experimentar la osteopatía y su manera de entender el cuerpo en el día a día.

La próxima vez que sufras alguna molestia típica leve, como puede ser un dolor en el cuello, fíjate en si coincide con que estés experimentando estrés o cambios a nivel digestivo. Puedes preguntarte: ¿cuándo apareció el dolor?, ¿con qué coincidió?, ¿cómo me siento a nivel general?

En el caso del dolor de cuello, para sentir la relación de la molestia con su origen, que puede estar ubicado en otro lugar, puedes automasajearte la zona baja de la cabeza (zona suboccipital), insistiendo en los puntos laterales por detrás de las orejas.

También puedes acostarte con la cabeza encima de un libro durante 2-3 minutos. Es probable que notes que tanto el cuello como la cabeza se han relajado y la molestia es menor.

Cómo es el tratamiento de osteopatía

Un osteópata tiene como objetivo restaurar la función, la estabilidad y la movilidad de las estructuras del cuerpo para ayudarle a curarse por sí mismo.

Para ello, puede combinar distintas técnicas manuales. Por ejemplo, la terapia craneosacral es una técnica específica que actúa sobre los tejidos que rodean el cerebro y la médula para recuperar el llamado "movimiento respiratorio primario", rítmico, involuntario y de origen cerebral, que influye en el funcionamiento de salud en general.

Los osteópatas dedican buena parte de sus esfuerzos a la manipulación de los tejidos blandos, y en concreto de las fascias, los tejidos que envuelven y comunican los órganos, huesos y músculos.

La osteopatía utiliza técnicas precisas para deshacer tensiones y bloqueos que impiden el funcionamiento normal del organismo.

La osteopatía no suele ser dolorosa, aunque no es inusual sentir dolor o rigidez en los primeros días después del tratamiento, especialmente si está recibiendo la terapia por una lesión inflamada. 

En general, la primera cita durará entre 45 minutos y una hora. Algunos tratamientos concretos duran alrededor de 30 minutos.

Un tratamiento requiere un número de sesiones específico para cada persona y situación. El curso del tratamiento dependerá de la evolución de los síntomas. 

Las sesiones se citan con suficiente distancia para dar tiempo de actuación a las fuerzas propias del cuerpo.

En general, la cantidad de sesiones suele ser menor que con otras terapias y los beneficios se experimentan desde la primera sesión.

Es posible que el paciente reciba consejos sobre autoayuda y ejercicios para ayudarlo en su recuperación y evitar que los síntomas regresen o empeoren.

Problemas que se solucionan con osteopatía

Los pacientes suelen acudir al osteópata por propia elección y sin derivación médica.

En muchos casos van porque no han encontrado soluciones persistentes en el tiempo con otras terapias o directamente buscan un abordaje más integral de sus lesiones.

Aunque la osteopatía puede abordar muchos trastornos, entre las indicaciones más destacadas se encuentran las siguientes:

  • Problemas de espalda y hernias discales.
  • Ciáticas de difícil resolución.
  • Pubalgias y otros problemas de cadera.
  • Alteraciones digestivas y molestias asociadas.
  • Cefaleas y problemas de la mandíbula.
  • Trastornos del suelo pélvico.
  • Patologías infantiles como cólicos del lactante, malformaciones en edades tempranas o problemas relacionados con el crecimiento.