Numerosas investigaciones demuestran que la salud depende de complejas interacciones bioquímicas. Y en estas reacciones vitales, los minerales desempeñan un papel fundamental, ya que participan en todos los procesos de asimilación, construcción o renovación de los tejidos. Sin ellos no puede efectuarse ningún intercambio entre las células.

Condicionan especialmente la utilización por parte del organismo de los macronutrientes de base: hidratos de carbono, grasas y proteínas.

De hecho, nuestro organismo, al igual que la naturaleza que nos rodea, contiene sales minerales en diversas proporciones. Algunos de ellos se denominan oligoelementos (del griego oligos, muy escaso), al estar presentes en pequeñísimas cantidades, y se diferencian de los macroelementos minerales como el calcio o el fósforo, que se hallan en cantidades más elevadas.

Aquí veremos qué son los oligoelementos, cuáles son sus funciones y cómo se pueden utilizar de forma terapéutica.

Qué son los oligoelementos

Los oligoelementos son minerales que se encuentran en el organismo en una proporción del 0,001 % de la masa corporal; es decir, solo 7 gramos en un hombre de 70 kg de peso. Pese a estar en tan pequeña cantidad, son decisivos para el mantenimiento de la salud.

A la hora de actuar en el organismo, la mayoría de estos oligoelementos, como el cobre o el manganeso, intervienen tambiém en dosis infinitesimales. No actúan por sí mismos, sino como llaves de contacto que aseguran la puesta en marcha de múltiples reacciones metabólicas, de las que son biocatalizadores. Sin ellos, no podrían realizarse muchos procesos vitales.

A menudo es posible restablecer los intercambios fallidos y corregir los trastornos que pueden darse mediante aportes de oligoelementos que ejercen un efecto compensador. Este enfoque terapéutico va tomando poco a poco relevancia y hoy constituye una nueva disciplina médica: la oligoterapia, que puede aplicarse también de forma preventiva.

¿No basta con obtener los oligoelementos de la dieta?

A la hora de utilizarlos con fines terapéuticos, se puede objetar que los oligoelementos, justamente por ser necesarios en dosis tan pequeñas, ya están presentes en una alimentación normalmente variada. Pero lo cierto es que, aun así, es posible sufrir importantes carencias.

Esto es debido a la pobreza de las tierras de cultivo en determinados minerales, al refinado y a la manipulación de los alimentos por la industria o bien porque el intestino presente trastornos de absorción debido a componentes de la alimentación, fármacos y otros factores.

Además, hay situaciones que agotan las reservas minerales y requieren un mayor aporte: estrés, choque emocional, contaminación, tabaquismo, alcoholismo, lactancia, esfuerzo físico intenso, ciertas enfermedades...

Las personas ancianas, embarazadas, niños y adolescentes tienen igualmente mayores necesidades en estas sustancias.

Cómo funciona la oligoterapia

Como su nombre indica, la oligoterapia es un tratamiento basado en la administración de oligoelementos (OE). A pesar de que esta terapia es poco conocida, lo cierto es que lleva años demostrando su eficacia curativa.

Tipos de oligoterapia

Según la dosificación, se distinguen tres modalidades:

Oligoterapia catalítica o reactiva

Fundada en los años 30 del siglo pasado por el Dr. Jacques Menetrier, se basa en la noción de "diátesis" y en la prescripción de OE a muy pequeñas dosis, del orden de la millonésima de gramo.

La oligoterapia catalítica forma parte de la denominada medicina de las funciones o medicina funcional y permite equilibrar el terreno orgánico antes de que se declare la enfermedad lesional propiamente dicha.

No es necesario que exista un déficit nutricional de estos minerales. Y puesto que la carencia de oligoelementos es de tipo catalítico también la administración deberá ser en cantidades muy reducidas, mucho más que las dosis ponderales de la oligoterapia nutricional y farmacológica. 

Suelen administrarse en forma líquida (iónica), siendo sobre todo absorbidos a través de la mucosa bucal (vía perlingual). Es la que desarrollamos en este artículo.

Oligoterapia nutricional

Desarrollada a partir de la década de los 50, se fundamenta en la noción de aporte diario recomendado en OE y minerales para evitar carencias alimentarias.

Las dosis prescritas son en miligramos y se presentan normalmente en forma de comprimidos o cápsulas.

 Oligoterapia farmacológica

Aparecida en los años 60, utiliza los minerales en dosis superiores a las alimentarias para tratar enfermedades (por ejemplo, flúor en el tratamiento de la osteoporosis).

Las dosis superan el miligramo, teniendo como límite el umbral de toxicidad. Cualquier OE sobredosificado puede llegar a ser tóxico o perturbar la acción de otros minerales.

Las dosificaciones empleadas en la medicina ortomolecular se sitúan dentro de la oligoterapia nutricional o farmacológica, según los casos.

El "diagnóstico" en oligoterapia

Los tratamientos de la oligoterapia catalítica suelen realizarse basándose en el agrupamiento de las personas en varios terrenos orgánicos llamados diátesis, según sea su predisposición a un tipo concreto de trastornos.

Según el biólogo y médico francés Jacques Menetrier existen cuatro grupos principales: alérgica, hiposténica, distónica y anérgica (a veces se incluye un quinto tipo llamado "desadaptativo").

El reconocimiento de Ia diátesis se hace interrogando al paciente, estudiando su aspecto físico psicológico y su predisposición a ciertos trastornos.

Numerosas experiencias clínicas han establecido los oligoelementos que conviene asociar a cada uno de estos síndromes, cuyas características son las siguientes:

Diátesis I: Alérgica o hiperreactiva

Estas personas suelen reaccionar, como indica su diátesis, de modo alérgico o exagerado: urticaria, eccema, rinitis, asma...

Pueden sufrir igualmente de migrañas, colon irritable, hemorroides, nerviosismo, menstruaciones dolorosas, palpitaciones cardiacas o hipertensión.

Suelen ser personas optimistas, activas, emotivas e impacientes, que a veces se dejan llevar por la cólera.

A menudo se encuentran fatigados por la mañana y en buena forma por la tarde; hiperactivos por la noche y con posibles trastornos del sueño.

El principal oligoelemento regulador de este terreno es el manganeso.

Diátesis II: Hiposténica o hiporreactiva

Esta persona suele reaccionar según las modalidades de las infecciones de repetición: área de otorrinolaringología (rinitis, rinofaringitis, anginas, sinusitis, bronquitis); gastrointestinal (colitis, rectocolitis); urinaria (cistitis); aparato locomotor (artritis).

Se trata de personas más bien calmadas, reflexivas y metódicas, que pueden tender al pesimismo.

Es fácil que se sientan cansadas con más frecuencia por la tarde y suelen ser poco resistentes al esfuerzo físico o mental (necesitan a menudo reposo y disfrutar de vacaciones).

Su oligoterapia principal es el manganeso-cobre.

Diátesis III: Distónica o neuroartrítica

Esta diátesis se manifiesta, en general, después de que la persona haya cumplido los 40 años.

Se caracteriza por un conjunto de trastornos ligados a una distonía del sistema nervioso neurovegetativo: alteraciones de la circulación arterialo venosa periférica (varices, claudicación intermitente, enfermedad de Reynaud, calambres, pesadez de piernas... ), trastornos gastrointestinales (úlcera, meteorismo, colon irritable), reumatismo y artrosis, trastornos de la menopausia, insomnio, ansiedad, alteraciones del humor y sensación de fatiga creciente a lo largo de la jornada.

Su oligoterapia principal es el manganeso-cobalto.

Diátesis IV: Anérgica

Determinada por una falta de energía vital, indica una tendencia al envejecimiento.

Se caracteriza por un debilitamiento general, tendencia a la depresión y disminución de la memoria.

Esta diátesis puede ser pasajera (convalecencia, fase postoperatoria o de traumatismo reciente, por ejemplo), pero también puede estar muy enraizada y manifestarse mediante procesos inflamatorios e infecciosos recidivantes o de resolución lenta y por un conjunto de trastornos relacionados con una alteración del estado general que puede desembocar en enfermedades orgánicas.

Su elemento regulador es la asociación cobre-oro-plata.

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Técnicas para medir la falta de minerales

La descripción de las diátesis da una orientación básica sumamente útil, pero hay que tener en cuenta que no existen síndromes puros. Cada paciente pertenece a una diátesis en un porcentaje elevado, pero también tendrá síntomas o características de otros síndromes.

Mediante los tratamientos una persona podrá situarse en otras diátesis (por ejemplo, pasar de IV a la III), o llegar a un equilibrio donde no se manifieste físicamente ninguna de ellas.

Por otra parte, aunque en la terapia catalítica las diátesis se establecen según la sintomatología que presenta cada paciente, pueden medirse en la sangre la falta de alguno de ellos: hierro, yodo, cobre, litio, magnesio plasmático (presente en el suero sanguíneo), magnesio eritrocitario (presente en los glóbulos rojos) y potasio.

En el cabello, ademásde los minerales citados, pueden detectarse concentraciones de cobalto, cobre, cromo, fósforo, níquel, manganeso, molibdeno, potasio, selenio, silicio, vanadio, zinc...

En medicina forense se sabe desde hace tiempo que en los cabellos puede descubrirse la existencia de una intoxicación accidental o intencionada, especialmente cuando es de plomo o arsénico. A raíz de este descubrimiento se pensó que a través de la queratina capilar se podían medir los minerales presentes en el cuerpo humano. Es lo que permite el mineralograma.

Oligoelementos complementarios: cuáles son y cómo se toman

Además de las asociaciones propias de las diátesis, he aquí las principales funciones de los oligoelementos unitarios más usados en terapia catalítica:

  • Cobalto. Es un componente esencial de la vitamina B12. Regula el tono del sistema simpático y suprime los espasmos que este puede provocar en los vasos sanguíneos. Contribuye a la vasodilatación circulatoria periférica. Está indicado en trastornos circulatorios periféricos.
  • CobreActiva múltiples sistemas enzimáticos. Interviene en la síntesis de la hemoglobina, el mantenimiento de la mielina en las fibras nerviosas y en la formación ósea. Indicaciones: resfriados, gripe, sinusitis, cistitis.
  • Litio. A dosis ponderales y al límite de su toxicidad, los psiquiatras lo emplean para tratar las psicosis maniacodepresivas. Ejerce una actividad selectiva sobre las funciones cerebrales superiores. Contribuye al equilibrio del carácter evitando las fases alternadas de euforia y depresión. Indicaciones (a dosis catalíticas): estados depresivos, ansiedad, ciclotimias.
  • Magnesio. Sin su presencia, la fibra muscular tiende a estar contraída incapaz de relajarse. Posee propiedades antivíricas, antiinflamatorias y antialérgicas. Indicaciones: nerviosismo, fatiga, calambres musculares, asma.
  • Manganeso. Activa numerosos procesos enzimáticos. Actúa en particular sobre la formación y renovación de huesos y cartílagos. Interviene como estimulante general y antialérgico. Indicaciones: reumatismo, rinitis alérgica, asma, fatiga.
  • Níquel. Interviene como activador de la insulina. Contribuye a la mejor utilización de los azúcares, así como a la prevención de la diabetes y de sus complicaciones circulatorias. Indicaciones (presentación cinc-níquel-cobalto): en estados prediabéticos.

Los oligoelementos principales ya mencionados pueden asociarse a otros minerales distintos: bismuto, cobalto, cobre, flúor, litio, magnesio, manganeso, manganeso-cobre-cobalto, fósforo, potasio, azufre, cinc-níquel-cobalto... Estos mismos OE pueden ser útiles sin tener en cuenta las diátesis en el tratamiento de diversos problemas agudos, como la gripe (cobre) o la ansiedad (litio).

Claves del tratamiento con oligoterapia

¿Quién prescribe el tratamiento?

Aunque pueden obtenerse buenos resultados cuando la enfermedad ha progresado, la terapia catalítica está indicada sobre todo cuando la persona se encuentra en el nivel primario o funcional de la enfermedad. 

La oligoterapia catalítica puede autorecetarse en casos agudos no graves y de corta duración, pero para un tratamiento de las diátesis se recomienda acudir a un profesional cualificado que sepamos que la practique.

Suelen emplear esta técnica, complementando otras terapias, algunos médicos naturistas, homeópatas o dietistas. La oligoterapia no suele emplearse en solitario sino como complemento a otros tratamientos. Yo la vengo asociando con la homeopatía y es una terapéutica que conviene tener muy presente.

¿Cuál es la forma de presentación?

La modalidad clásica (iniciada por los laboratorios franceses Labcatal), y más comprobada, es mediante ampollitas cuyo contenido hay que mantener en la boca un par de minutos y tragar luego.

Otra modalidad más reciente es en forma de gránulos que también hay que dejar deshacer en la boca. En ambos casos es así porque la absorción es por vía perlingual (bajo la lengua), dado que la mucosa está particularmente irrigada y el producto pasa directamente a la sangre sin sufrir alteraciones digestivas.

Puede encontrarse en farmacias y en tiendas de dietética.

¿Cuanto dura el tratamiento?

Desde varios días (tratamiento agudo) a algunas semanas o meses (tratamiento crónico), cuando se desea reequilibrar el terreno.

La dosificación y duración de la terapia son semejantes tanto si se trata de una persona adulta como si es un niño. Precisamente por las pequeñas dosificaciones empleadas el tratamiento es totalmente inocuo y puede durar de uno a tres meses.

El médico evalúa periódicamente su prescripción según las reacciones del paciente.